Los relojes y las gafas inteligentes fracasaron como productos de consumo masivo

Juntas y de la mano se han ido al cubo de la basura de la tecnología de consumo, hace uno par de años cuando Google avanzaba sus gafas inteligentes muchos creímos que el paradigma tecnológico nos iba a uniformar a todos con un móvil cual PC  y unas gafas cual cámara para internet y redes sociales pasarían a ser productos de primerísima necesidad tras el respirar, dormir, beber y comer.

Pues no señores, no, ni las gafas ni los relojes fueron las revoluciones esperadas, no han tenido el suficiente eco en el consumo mundial a juzgar por las ventas y/o penetración en el mercado de tales productos. Sin en cambio los móviles cada mes se revolucionan tanto tecnológicamente como  comercialmente, los precios bajan gracias a la competencia china y las prestaciones suben  como la espuma ; cada treinta días nuestro móvil es seis meses más viejo, en un  año ; chatarra.

Cuando compré el mio último voy a internet a buscar un driver y me lo encuentro doblado de prestaciones como quien dice por 50 euros más. Hoy el uso de las gafas es casi profesional y el de los relojes casi para “pijitos” porque ni entre la juventud han tenido la aceptación que se preveía.

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