Hay evidencia de que a medida que los países se van enriqueciendo, tienden a contaminar más y sólo después empiezan a preocuparse por el medioambiente; los economistas tienen un término para este comportamiento: la curva de Kuznets del medioambiente.
Ésto viene a colación tras la lectura del curioso articulo de la BBC donde exponen como lograron las petroleras se vendiera gasolina con plomo a sabiendas de que era tóxica… de hecho varios estudios han demostrado que las partículas de plomo desprendidos en los gases de los motores de combustión –aparte de tóxicas-, influyen en el comportamiento violento de las personas.
Básicamente el uso de plomo como aditivo a primeros del siglo pasado permitió que éstos usaran indices de compresión más elevados, permitiendo una mayor potencia, y aunque no era la única alternativa disponible –añadir alcohol etílico como aditivo era otra alternativa– si fue la única que permitió ser patentada como aditivo, el “tetraetilo de plomo” que ha estado presente en dicho combustible decenas de años.
Lo cierto es que la respuesta a cualquier pregunta donde se evidencie que un producto es un atentado a la salud y a la ecología es clara: “preferimos el dinero sobre cualquier cosa y es mucho más económico manipular a la opinión pública y comprar políticos que hacer algo más seguro a la salud y al medio ambiente” ¿no?