El spread de la curva de rentabilidad como indicador de recesiones

“El término spread -la diferencia entre las tasas de interés de largo y corto plazo- es un pronosticador sorprendentemente preciso de la actividad económica futura. Cada recesión en EE. UU. En los últimos 60 años estuvo precedida por un diferencial de plazo negativo, es decir, una curva de rendimiento invertida. Además, un diferencial de términos negativos siempre fue seguido por una desaceleración económica y, excepto por una vez, por una recesión. Si bien el entorno actual es algo especial, con bajas tasas de interés y primas de riesgo, el poder del término extendido para predecir desaceleraciones económicas parece intacto”

“Durante la mayor parte de la recuperación actual, particularmente en 2017, la curva de rendimiento se ha aplanado. A partir de finales de febrero, la diferencia entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez y un año se sitúa en el 0,8%. La Reserva Federal, que afecta las tasas de interés a corto plazo, continúa su camino de normalización de la política monetaria. En su Resumen de proyecciones económicas de diciembre de 2017, la proyección mediana de la tasa de fondos federales aumenta de su actual 1.4% a 3.1% en 2020, incluso rebasando levemente su valor proyectado de largo plazo de 2.8%. Muchos observadores y pronosticadores esperan, por lo tanto, que el alcance del término se reduzca aún más, incluida la posibilidad de que se vuelva negativo.”

“La pregunta entonces surge naturalmente si este desarrollo puede indicar una probabilidad creciente de que pueda comenzar una recesión. Algunos comentaristas han argumentado que la relación entre la pendiente de la curva de rendimiento y el ciclo económico puede haber cambiado debido a las circunstancias actuales únicas, incluidas las primas de riesgo inusualmente bajas que mantienen bajas las tasas de interés”

La Figura 1, que muestra el diferencial del término calculado como la diferencia entre los rendimientos del Tesoro a diez años desde enero de 1955 a febrero de 2018, junto con las áreas sombreadas para las recesiones designadas oficialmente. Cada recesión en este período fue precedida por una inversión de la curva de rendimiento, es decir, un episodio con un diferencial de términos negativo.

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Para cuantificar la probabilidad de un determinado resultado, los llamados modelos probit asignan probabilidades de recesión futura a los valores del diferencial del término actual. La línea azul en la Figura 2 muestra dichas estimaciones de probabilidad basadas en el diferencial de términos del año anterior. Una extensión de término de cero, el umbral crítico, se asocia con una probabilidad del 24%, indicada por la línea negra horizontal. Las probabilidades estimadas aumentan de manera confiable por encima de este umbral en torno a las recesiones, como es evidente para las tres recesiones que se muestran en la figura. A partir de febrero de 2018, la probabilidad de recesión estimada es del 11%, que está elevada, pero cómodamente por debajo del umbral crítico, dado que el término spread aún no se aproxima a cero.

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FUENTE

Mi conclusión personal , que si, que teórica, financiera,  fundamental y técnicamente hay argumentos sobre la mesa para justificar que lo que está por venir se llama corrección estructural del mercado por simple agotamiento del ciclo de negocio, ahora bien, esto es correcto desde el punto de vista tradicional , el problema es que estos mercados no son los del siglo pasado, antes el número de partícipes a través de vehículos de inversión colectiva e instrumentos de especulación individual eran los que eran y los usaban una masa escasa y sobre todo constante, por lo tanto las previsiones/proyecciones  de expertos  salían bien.

Hoy estamos o vivimos o padecemos   otros mercados donde el número de transacciones a través de todo tipo de productos financieros realizadas por todo tipo de inversores y especuladores  a todo tipo de plazos y en las dos direcciones del precio ejercen una “distorsión significativa” que tiende a anular los convencionalismos en todo tipo de previsiones/proyecciones o precios objetivos desde el day-trading al ultra -largo plazo.

A las pruebas me remito, hoy un flash crash se produce con una sangrante asiduidad en todo tipo de activos financieros, la brutal  presencia de operativas absolutamente robotizadas o controladas  por software en todo lo que se mueve hace que el grado de precisión de las proyecciones hechas con los antiguos manuales fallen como escopetas de feria, tanto que es muy corriente ver como el mercado hace justo lo contrario que lo dictado por el consenso del mercado gris.

Quien quiera vivir de esto mucho me temo que tiene que adaptarse a los tiempos que corren, porque como pasa en la naturaleza no gana el más fuerte, gana quien mejor se adapta al medio. No quiero decir por favor que la teoría bursátil no vale, no sirve o no es útil, para nada, hay que sabérsela porque la base sigue siendo la base, lo que pasa es que hay que saber luego de aprenderla a usarla correctamente, hay que aprender a vivir de la volatilidad, a tener posiciones largas y cortas en cartera e incluso sobre el mismo activo, operar a demanda del mercado, uno por ser alcista no puede dejar de beneficiarse de una corrección de mercado, ni por bajista dejarse de llevar un rebote técnico.

La Bolsa ya no nos permite ser pasivos, nos permite la inversión pasiva que es muy diferente, además es más barata y eficiente que la activa. En fin que lo de la curva de rentabilidad está muy bien saber de qué va y controlarla pero solo os va  servir de referencia informativa  como una señal de tráfico cuando conducimos pero no como indicador correcto y adecuado para abrir o cerrar posiciones en cartera, antes si porque no fallaba pero ahora con todos los que somos y estamos en el negocio lo raro es que acierte.

 

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