En una mesa de debate abierto en la que participaban varios expertos, se expone la crisis demográfica que sufre España; expresiones tales como “La mejor noticia que podemos tener en España es que sea el país con mayor esperanza de vida del mundo, pero ¿qué ocurre para que esto sea un problema?” o “La longevidad es incómoda” definen un debate centrado en la sostenibilidad del sistema público de pensiones donde, evidentemente, también participan responsables bancarios.
La afirmación del el ex-secretario general de ordenación de la Seguridad Social “con la segunda tasa de natalidad más baja de Europa, el componente de inmigración va a ser el único instrumento para poder mejorar esa tasa, y tampoco hay que olvidar que a esos inmigrantes también hay que pagarles su pensión” añade más carne al asador, aunque el kit del asunto se basa en el lugar donde empezaron las manifestaciones de pensionistas.
Sin duda es llamativo que dicha presión por parte de dicho grupo comenzara en el País Vasco, que es donde están las pensiones más altas, pues en la calle de esa manifestación tendrían que estar las generaciones de nuestro hijos manifestándose por lo que les quieren imponer los otros... Sin duda a las generaciones jóvenes se les va a trasladar una carga con las supuestas pensiones dignas que reclama parte de la población.
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