Richard J. Roberts no ha hecho nada más que decir una gran verdad oculta, denunciar la forma en que operan las grandes farmacéuticas dentro del sistema, anteponiendo los beneficios económicos a la salud y deteniendo el avance científico en la cura de enfermedades porque curar no es tan rentable como la cronicidad.
En una reciente entrevista, el Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts, denuncia que los fármacos que curan no son rentables y por eso no son más desarrollados por las farmacéuticas, que, en cambio, sí desarrollan medicamentos cronificadores que puedan ser consumidos de forma continuada.
Esto, señala Roberts, también hace que algunos fármacos que podrían curar del todo una enfermedad no sean investigados, y se pregunta hasta que punto es válido que la industria de la salud se rija por los mismos valores y principios que el mercado capitalista, los cuales llegan a parecerse mucho a los de la mafia.
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