Levantar las barreras de los peajes es ahora una prioridad para el Ministerio de Fomento –al menos, hasta que exista un acuerdo claro sobre cómo se mantendrán las carreteras– pero en cambio, hay algunas empresas que antes de que se tomase esta decisión, como que “amarraron” las concesiones de algunas vías a largo plazo… tanto que incluso algunas de ellas parecen ‘infinitas‘ como es el caso de la AP-66 que conecta León con el Principado de Asturias y que estará en manos de Itínere –a través de su filial Autopista Concesionaria Astur-leonesa– hasta 2050, y lo mejor es que el negocio no va mal, pues según los propios datos de la compañía, su recaudación diaria ronda los 100.000 euros.
En concreto, si se toma como referencia la cifra de negocio que la compañía declara en su informe semestral, hasta el mes de junio Aucalsa ingresó 17,8 millones de euros, lo que supondría, al dividirlo entre los 180 días que han transcurrido desde entonces, una cifra de 98.938 euros por cada uno de ellos. Todo ello arroja, una vez descontados las amortizaciones y los gastos, beneficios de casi millón y medio de euros.
¿Y cómo llegó Aucalsa a hacerse con este peaje hasta 2050? Pues la compañía, en manos de Itínere, fue la encargada de construir la autopista entre Campomanes y León en los años 70, y mediante el acuerdo alcanzado por aquel entonces la firma se quedaría con la explotación y conservación de la vía tras su puesta en funcionamiento hasta el año 2021, pero curiosamente en el año 2000, durante el mandato de José María Aznar y con Francisco Álvarez Cascos en el Ministerio de Fomento, este plazo se amplió hasta 2050.
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