
Trump ha amenazado con ellos a países de los cuatro puntos cardinales y además de manera especial y diferencial, es decir país a país, cual autócrata de manual dirá a este si a este no a este menos a este más viendo no las balanzas comerciales si no lo más que exportan a EEUU un país podría tener un arancel medio o incluso bajo o ninguno pero en aquello que consume más EEUU un arancel extra, así le roba vía fiscal a su competencia parte de beneficio industrial.
Claro ante esto el mundo tiembla en España por ejemplo puede haber CCAA que no noten subidas arancelarias de lo que puede exportar EEUU pero en Andalucía puede sufrir un extra-tributario por el aceite de oliva o en la CCAA del centro peninsular otro por el vino. Y así país a país.
Bruselas ya lo sabe y Lagarde ha hablado:
«Donald Trump no ha empuñado todavía la espada de los aranceles contra Europa, pero la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, cree que las autoridades comunitarias no deben esperar a que suceda para tener listo un plan de actuación. “Lo que tenemos que hacer aquí en Europa es estar preparados y anticipar lo que sucederá para poder responder”, afirmó en una entrevista a la cadena estadounidense CNBC celebrada durante el Foro Económico Mundial en Davos.
La francesa celebró que Trump no haya desplegado aranceles generalizados en su primer día en la oficina. “Es un enfoque muy inteligente… porque los aranceles generalizados no necesariamente dan los resultados que se esperan”. Y se mostró confiada que los gravámenes de la nueva Administración estadounidense sean “más selectivos”.
Trump ha amenazado repetidamente a Europa con aranceles, incluso después de ser investido el lunes. “La Unión Europea ha sido muy, muy mala con nosotros. Así que van a tener que pagar aranceles. Es la única forma… de hacer justicia”, señaló este martes. Numerosos líderes europeos se han pronunciado en Davos al respecto, desde el presidente español, Pedro Sánchez, que señaló que los aranceles serían perjudiciales tanto para la UE como para Estados Unidos, hasta el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, quien advirtió de que la UE respondería a una eventual imposición de aranceles “de forma proporcionada”. leer más
La guerra de aranceles no cuenta Trump que se le puede volver en su contra porque sus multinacionales operan a nivel global y países con economías organizadas como la europea, japonesa, coreana, china y latinoamericanas pueden darle de su mismo jarabe de palo gravando todo lo que venga de EEUU exageradamente para que al día siguiente los lobistas aporreen las puertas de la Casa Blanca exigiendo cambio de política fiscal porque sus ventas merman en el resto del mundo.
Por otra parte la política arancelaria de Trump también tendrá otro efecto perverso y es que economías BRICS ganarán peso y apoyo para cambiar definitivamente al dólar de sus transacciones y economías como la turca, la árabe, las del sudeste asiático y latinoamericanas pueden compactarse para una política común frente a la arbitrariedad del Presidente de los EEUU creyéndose el dueño del mundo.
Trump siempre ha tenido por estrategia victimizar a EEUU de todos sus males que ella misma genera, que todo el mundo abusa de su bondad, medios y recursos, que todos sacan provecho gracias a ella por lo visto y que eso se va a acabar. Como el niño que le han hecho bullying y ahora va a tomar clases de karate y en realidad EEUU no es la víctima es la que mayor grado de culpabilidad tiene en los males del mundo y en los desequilibrios socio-económicos.
Se va de los tratados de lucha del cambio climático, de todo lo que tenga que ver con un mundo eco-sostenible y hasta de la OMS, vamos que corta amarras con el resto del mundo para ejercer su particular autarquía y encima amenaza a los que pudieran tomar represalias contra sus medidas, vamos que hay que decirle si a todo y reírle la gracia para que trate bien a un país. Ya unos cuantos mandatarios saben que haciendo eso van a tenerlo comiendo en su mano y les va a perdonar la vida , Milei de Argentina, Orban de Hungría, Meloni de Italia, Mohamed VI de Marruecos y sobre todo la ultraderecha europea en general aplauden con las orejas porque la victoria de Trump les ayudará a expandirse y sobre todo a conseguir una rotura intraeuropea, con el dicho cada uno en su casa y Dios en la de todos.
Resumen que los mayores exportadores a EEUU de la eurozona están terriblemente asustados por el arancel que van a sufrir por sus productos porque lo más probable es que se queden fuera de su mercado y no valga la pena exportarlos y esto hace claro está que determinadas economías poco diversificadas entre en un círculo vicioso hacia la recesión e incluso depresión.
La mejor guerra de aranceles es la que lucha no por subirlos sino por bajarlos para que fluya más y mejor la economía, obviamente tenemos que proteger nuestro mercado pero no con aranceles sino con estándares de calidad no se le puede admitir a un país que nos traiga lo que sea cuando lo que sea no cumple con los mismos requisitos que se les pide a los sectores mercantiles, por lo tanto no debería entrar esa mercancía en el país.
Si un coche chino cumple con la normativa UE de control de calidad no se le puede aplicar un arancel porque nosotros los europeos no somos capaces de hacerle la competencia, esto sería trampa como contra mi competencia no puedo pues le robo parte de su ganancia si quiere venderme su mercancía.
Pero claro si no nos ponemos de acuerdo ni en los abonos a los campos de cultivo ni en los piensos de los animales que consumimos estamos condenados al fracaso inexorablemente.