
El mercado tocó fondo en abril y no ha mirado atrás.
El escenario de recuperación en forma de V se está desarrollando, y las acciones están cumpliendo en todos los ámbitos.
Vimos las señales temprano: impulso , rotación hacia áreas de riesgo como tecnología e industria, expansión internacional.
Estas cosas nos dieron confianza de que habíamos visto un cambio válido.
Y ahora estamos viendo el siguiente paso natural: la aparición de patrones de continuación.
Hoy en día, la mayoría adoptan la forma de banderas.
Los patrones de bandera son consolidaciones breves que se forman tras movimientos bruscos. El precio se detiene y se estanca en un rango estrecho, a menudo con ligeras fluctuaciones a la baja o laterales.
Es un retroceso controlado, una digestión saludable de las ganancias antes de una reanudación de la tendencia.
La clave es el movimiento pronunciado que precede a la bandera. Eso es lo que crea la configuración y lo que define el objetivo.
Una vez que el precio rompe la bandera, generalmente vemos un movimiento medido igual al tamaño del tramo anterior.
El S&P 500 es un ejemplo de libro.
Una bandera alta y apretada, y ahora estamos saliendo.
Si medimos el asta de la bandera a partir de los mínimos de abril, obtenemos un objetivo de ~700.
Me reí para mis adentros al calcularlo porque parece un movimiento importante. Pero esto es un análisis técnico clásico, y aunque no significa que el S&P vaya a subir a 700 como un imán desde aquí, solo puede interpretarse como alcista.
Si esta resolución es válida, todos deberíamos estar preparados para una prueba de los máximos históricos.
Y no se trata sólo del S&P: estamos viendo este fenómeno en los principales índices, sectores y acciones individuales.
Alfonso Depablos, CMT