
Berkeley Energia Limited es una empresa de desarrollo minero con sede en España. El principal objetivo de la empresa es poner en producción su proyecto Salamanca, de su propiedad absoluta, en una zona minera de uranio del oeste de España. Su actividad contempla la exploración y producción con el objetivo de abastecer al sector de la energía nuclear.
En gráfico de su serie a toda pantalla nos encontramos ante una acción en una prístina estructura en «L» es decir un estrecho canal lateral tras un desplome de la acción, al caso desde finales del 2018 cuando de 3 euros colapsó hasta 0.08 euros., a partir de ahí 6.5 años entre la nada y la miseria. A quien pilló lo sepultó. De nada le vale a sus accionistas de arriba algunos cientos por cientos de subida.
No obstante Berkeley dentro de ese rango estrecho de precio se suele ir desde hace unos años de la EMA 200 a la resistencia del mismo y ahora estaría en ese trayecto dado el calentón «de lo nuclear» en los mercados financieros tanto por intereses energéticos como militares en detrimento claro de lo verde y renovable que ha caído en desgracia financiera.
Pero claro es que Berkeley está bloqueada por la ley española en cuanto a la explotación de su propiedad donde tiene Uranio. El arbitraje para dirimir si España debe abonar 920 millones de euros a la empresa minera australiana Berkeley por la paralización de una mina de uranio en Salamanca ha arrancado. El pasado jueves día 8 de mayo se celebró la primera sesión entre las partes a través de una conferencia, según figura en el registro Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) del Grupo Banco Mundial, que será el encargado de dirimir la disputa.
«Berkeley presentó una notificación por escrito tanto a Presidencia del Gobierno como al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) anunciando una posible disputa de inversión en noviembre de 2022 en el marco del Tratado sobre la Carta de la Energía, justo antes de que España abandonase este tratado y evitase que Berkeley pudiese recurrir a esta vía. Este marco prevé tres meses de negociación entre las partes antes de recurrir a medidas más contundentes como el arbitraje. Sin embargo, la minera y el Gobierno no alcanzaron ningún acuerdo, como puso de manifiesto el hecho de que Transición Ecológica resolviese de forma negativa el 6 de febrero de 2023 el recurso que la compañía presentó en diciembre de 2021 contra la decisión del ministerio de paralizar el proyecto.»
«La minera ha explicado que la tasa de producción del proyecto Salamanca de 4,4 millones de libras de U3O8 por año (en producción nominal) cubriría más del 100% de la demanda doméstica de España, y representa el 15% de la demanda europea, lo que puede ser suministrado durante un período mínimo de 14 años, basado en las reservas de mineral actuales del proyecto. «Por lo tanto, y con la capacidad de suministrar más del 10% del consumo de uranio de la Unión Europea, el proyecto Salamanca cumpliría con el objetivo para 2030 de la recientemente aprobada Ley de Materias Primas Críticas» fuente
De todos es conocida la filia del ejecutivo social progresista español por las renovables y la fobia por las nucleares, a estas las quiere erradicar con fuente de energía en contra de la inercia de las principales potencias mundiales porque EEUU, China y Francia en Europa están fabricando más. El gobierno español ha llegado a decir que no tenemos materia prima cuando si la tenemos y además en cantidad suficiente no teniéndola que importar si se autoriza a Berkeley a la explotación. Berkeley se queja de haber gastado 100 millones de euros para quedarse esperando un permiso de explotación a las puertas del ministerio de rigor.
En marzo tuvo una fuerte subida sin saberse cierto el por qué el rector bursátil australiano pidió explicaciones y Berkeley dijo «desconocer el motivo» cosa que también se comunicó a su plaza española vía CNMV, la acción acto seguido se volvió diluir.
Pues Berkeley se apoya en un manifiesto en apoyo de la industria nuclear en el país, firmado por 32 empresas, que insta a iniciar un diálogo y renegociar el acuerdo de 2019 sobre el cierre gradual de las centrales nucleares al considerar que dicho acuerdo se alcanzó en un contexto industrial, geopolítico, social y económico muy diferente de la realidad actual.
¿Berkeley comprar o no? una empresa en estructura en «L» es claramente «un esperar para entrar a que rompa el canal», ahora bien también está la compra especulativa, con Sánchez en el poder dudamos mucho que se produzcan novedades a corto plazo, pero Berkeley tiene razón en su demanda y ganará el arbitraje, más tarde y solo quizás con un gobierno conservador podría abrir la mano administrativa y conceder a Berkeley la explotación de pleno derecho y rendimiento de sus minas en Salamanca, esto sin duda podría hacer romper el rango de precios de 5.5 años y elevar el precio a 0.7 euros o un 100% para empezar a hablar, pero claro para lo que están arriba, eso y nada es lo mismo pero para los que lleguen ahora podría arreglarles la vida vamos.
Pero entrar en Berkeley no sería más que una apuesta por el momento, y si se entra pues lo prudente es hacerlo con una escasa fracción para aumentar más a la rotura de la «L» El momento desde luego le ayuda y mucho.
Si ajustamos y metemos lupa en el momento actual vemos una reciente señal de compra tras la corrección al 61,8% de su último tramo alcista de 0.22 a 0.38 euros que ayer se enfrió a la misma velocidad que el crudo por el éxito de Trump en su bombardeo a Irán, y decimos bien, Trump no EEUU porque como le consultó a nadie en su país y mucho menos a nadie en el mundo, pues eso, ejerció de comandante en jefe de todo aquel país que no condenó su injerencia en el problema irano-israelí.
Sus últimos datos mercantiles conocidos son estos y son los ahora mismo un vulgar chicharro.
El beneficio neto de la minera Berkeley en el primer semestre del año fiscal 2024-2025 finalizado el 31 de diciembre de 2024 fue de 831.000 dólares, lo que contrasta con las pérdidas de 3,5 millones de dólares el mismo periodo del ejercicio previo.
Los ingresos por intereses del periodo se mantuvieron en línea con el año previo: 1,64 millones de dólares frente a 1,67 millones, atribuibles a los intereses generados sobre los efectivos y equivalentes de efectivo de 79,4 millones de dólares mantenidos por la compañía.
Los gastos de exploración y evaluación aumentaron hasta 2,11 millones de dólares (1,9 millones a 31 de diciembre de 2023). Los gastos relacionados con el arbitraje en curso contra el Gobierno de España por la oposición de este a su proyecto de mina de uranio de Salamanca fueron de 577.000 dólares (frente a la ausencia de dichos gastos a 31 de diciembre de 2023).
Asimismo, la compañía registró unos gastos no monetarios por pagos basados en acciones de 446.000 dólares (31 de diciembre de 2023: 437.000), relacionado con los incentivos otorgados a directores, empleados y consultores clave del grupo como parte del plan de incentivos a largo plazo.
Berkeley explica que la ganancia por diferencias de cambio asciende a 4,8 millones de dólares (frente a la pérdida de 2,3 millones de 2023), atribuida principalmente a los 48 millones en efectivo en dólares mantenidos por el grupo, debido a la depreciación del dólar australiano frente al dólar estadounidense en aproximadamente un 7% durante el semestre.
El gasto por impuestos sobre la renta fue de 1,8 millones (31 de diciembre de 2023: cero), correspondiente al reconocimiento de un pasivo por impuestos diferidos relacionado con las ganancias no realizadas por diferencias de cambio sobre los 48 millones en efectivo en dólares mantenidos por el grupo.
A 31 de diciembre de 2024, el grupo destaca su sólida posición financiera, con reservas de efectivo de 79,4 millones de dólares, por encima de los 77,3 millones a 30 de junio de 2024.
El grupo contaba con activos netos de 86,5 millones de dólares a 31 de diciembre de 2024, lo que representa un incremento del 2% en comparación con el 30 de junio de 2024. Este aumento es consistente con el crecimiento de la liquidez, compensado por el incremento en el total de pasivos-