Hay una teoría muy extendida entre la opinión publicada, entre el empresariado español, entre los grandes partidos y entre una buena parte de los ciudadanos: las bondades de un gran pacto de Estado contra el desempleo que nos permita «remar juntos» en la lucha contra el paro. La metáfora es engañosa. No tiene buena prensa remar por separado. Pero antes de embarcarse, conviene saber cuál es el rumbo porque, peor que no remar, es hacerlo en la dirección equivocada.
Exactamente, ¿en qué consiste ese pacto contra el paro? ¿Alguien lo sabe? ¿Pasa por dar marcha atrás en la reforma laboral o por profundizar en el abaratamiento del despido? La dualidad del mercado laboral español y el exceso de temporalidad –que es un problema–, ¿se soluciona igualando los derechos de los trabajadores por arriba o por abajo? ¿Hay que recuperar la inversión pública o se trata de continuar con los recortes y la austeridad? ¿Cuáles son exactamente esas «reformas imprescindibles» de las que muchos hablan y que muy pocos concretan? ¿Alguien puede dar algún detalle a los ciudadanos o tendremos que esperar a que lo explique la familia Alcántara en Cuéntame como pasó? ¿Con qué clase de hechizo podrá un pacto generar empleo en un país donde la recesión –el verdadero problema– sigue avanzando? ¿Cómo salir de la recesión cuando el Gobierno no controla la política monetaria? ¿Cómo escapar de la maldición de una década perdida cuando quienes llevan el volante de la economía europea, los alemanes, siguen más preocupados por su punto y medio de inflación que por nuestros más de seis millones de parados?
Desde un análisis estrictamente partidista –esto es, sin entrar en la utilidad de la cosa– tampoco se acaba de entender el interés de la dirección del PSOE por sellar un pacto así con el Gobierno… Más allá del gesto de la mano tendida, siempre bien visto entre los votantes, ¿de verdad Rubalcaba desea pactar con Rajoy para salir ambos sonrientes de la mano en la próxima foto de los 7 millones de parados? ¿En serio hay un punto de consenso entre este PP, las políticas de la troika, el PSOE y sus votantes y exvotantes? Más allá de un enorme y rotundo NO de toda la sociedad a las políticas que impone este euro en el que vivimos de prestado –ese sí que sería un gran pacto de Estado–, ¿qué otro gran acuerdo nacional se puede reivindicar éste primero de mayo?
Fuente: Ignacio Escolar