TU Y YO, NO HEMOS HABLADO …
Algunas de las informaciones que aparecen en la grabación de la conversación entre Alicia Sánchez Camacho, la líder del Partido Popular en Cataluña, y Victoria Álvarez –exnovia de Jordi Pujol, hijo del expresidente catalán del mismo nombre– en el restaurante La Camarga podrían ser muy comprometedoras y constitutivas de los delitos de tráfico de influencias y difamación. Hay que recordar que la ley obliga a comunicar –cuando se tenga conocimiento– aquellos hechos que puedan ser delictivos… Además, el abogado de Alex Borreguero –trabajador de Método 3 que grabó la conversación– ha defendido que el trabajo realizado por la agencia de detectives fue “legal” y, por tanto, la denuncia presentada por la líder del PPC es “falsa”.
“Es bastante extraño que (Sánchez-Camacho) vaya a comer a un restaurante y le digan: ‘Ya ha venido un asistente suyo y ya le ha pagado la comida’. Yo me pondría un poco nervioso, pensaría ‘qué persona es esta, qué asistente”, añadió. Método 3 emitió un comunicado en el que negó que la grabación fuera ilegal. De hecho, medios de comunicación como El Mundo y El Periódico ya han publicado en los últimos meses fragmentos de la conversación, pero no los relacionados con las tramas de corrupción investigadas en Cataluña.
Fuentes de la investigación han confirmado que a lo largo de las dos horas y veinte minutos de grabación –que se ha incorporado al expediente del juzgado de instrucción 14 de Barcelona– hay episodios muy delicados en los que la líder del PP de Cataluña explica aspectos hasta ahora desconocidos de los casos de corrupción Pretoria y Palau de la Música.
En relación con la operación ordenada por la Audiencia Nacional y ejecutada por la Guardia Civil en octubre de 2009 en Santa Coloma de Gramenet y el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona, Sánchez Camacho manifiesta: “yo tengo a uno que me pasa información, toda la operación de Pretoria, yo iba sabiendo a quién iban a detener antes que nadie, yo informaba a Rajoy”. En este sentido, añade: “Fueron al domicilio de Jordi Pujol hijo, lo iban a detener pero se paró”.
En otro momento de la conversación, Camacho confiesa a Álvarez que Jordi Pujol padre llamó a Alfredo Pérez Rubalcaba (quien era ministro de Interior entonces) para impedir la detención de su hijo. Álvarez le responde que ya lo sabía y que Pujol, cuando estalló el caso, viajó a México y desapareció de Cataluña durante cuatro meses.
En relación con el caso Palau de la Música, la líder popular confiesa: “Yo tengo un fiscal de confianza que es el que está llevando todo este tema del Palau. Lo bien que nos iría, pero tiene que ser la fiscalía, meterle caña a CiU. Pero la mala suerte que tenemos es que el Solaz este -en referencia al juez instructor 30 de Barcelona-, que es el que lleva el caso Millet, el tío éste no va a meter a nadie en la cárcel por el caso este, y no se va a meter Porque este es de Esquerra”.
Sánchez-Camacho y Álvarez intercambian mucha información sobre las supuestas tramas de blanqueo de dinero en las cuales estarían involucrados políticos de CiU. En concreto, se habla de negocios en Argentina, Andorra, México y la isla de Jersey, en el Reino Unido, donde se habría hecho compraventa de edificios y se habrían efectuado transacciones financieras, en gran parte con fondos provenientes de instituciones públicas, señalando en concreto el Ayuntamiento de Tarragona.
Durante la comida en La Camarga, Sánchez-Camacho toma nota de todas las informaciones que le aporta la que hasta entonces había sido compañera sentimental del hijo de Jordi Pujol, e incluso anota tres números de teléfono móvil personales a través de los cuales Jordi Pujol hijo habría hablado regularmente con Luigi, el principal jefe de la trama corrupta del caso Pretoria.
A la pregunta de quién es la persona más cercana con quien Pujol hace sus negocios, Álvarez le contesta que es Felip Puig y que todo ello se coordina con una reunión semanal que hacen en un reservado del restaurante Via Veneto, situado en la calle Ganduxer de Barcelona. Álvarez puntualiza que todo es muy difícil de demostrar porque tienen un gran entramado de empresas y testaferros que dificulta tirar del hilo de sus actuaciones.
Fuente: setmanaridirecta.info