¡¡ ESTO ES … ESPAÑA !!
“Aquí hay un presidente del Gobierno que va dar la cara y no se va a esconder”, prometió Rajoy en una de sus escasísimas entrevistas… ahora predica con el ejemplo, huyendo hasta de su sombra, esclavo de sus mentiras, refugiado en un plasma para no hablar. Hasta septiembre, como pronto, Mariano Rajoy evitará el Parlamento para no responder sobre un escándalo que en un país con mayor cultura democrática ya le habría hecho caer porque no tiene nada coherente que decir –salvo presentar su dimisión y convocar elecciones anticipadas– por mucho que su Consejo de Ministros proclame la “honradez”, “ejemplaridad” y “honorabilidad” del amado líder, los hechos cada día dejan más claro que Mariano nos mintió, que protegió a su tesorero mientras decía que lo había apartado, que ahora calla porque otorga. Los papeles de Bárcenas son lo que parecen: la prueba de una corrupción sistemática en la cúpula de partido que hoy gobierna el país.
Un Mariano Rajoy que está llamando a fondos de inversión extranjeros para conocer «el daño» de «los papeles originales de Bárcenas» en la economía española, saliendo estos al rescate garantizando la compra de deuda pública en agosto, tratando de evitar así que el escándalo no tuerza la caída del gobierno por un acoso de los mercados –o al menos eso le han dicho Blackrock, Federated Investors y Carmignac Gestion, aunque también puede ser una estrategia del tipo «haz lo que te diga pero no lo que yo haga»–
Mientras tanto, en el mundo real, vemos como los precios suben el triple que los salarios, perdiendo los trabajadores todavía más poder adquisitivo –entre enero y junio los precios han subido un 2,1% frente al 0,65% de los sueldos-, una estadística que va de la mano del aumento de los descuelgues de convenios –cerca de 90000 empleados han tenido que renunciar a parte de sus derechos así como a rebajas de sueldo, para evitar despidos– obviando que quienes ven la botella medio llena se aferran a la caída de los costes laborales porque mejoran la competitividad de nuestras empresas y facilita su salida al exterior, pero muchos no caen de la burra que tales medidas no fomentan el consumo interno, ya casi muerto –es fácil comprobarlo: revisen cuantas tiendas abiertas quedan en su barrio y su afluencia de público, o bien visiten un centro comercial y contabilicen cuantas personas ven cargadas con bolsas de compra–
Y además hoy, el gobierno aprueba la «reforma definitiva» del sector eléctrico –no se Uds. pero yo he perdido la cuenta de las que llevamos en estos últimos 15 años– lo que inicialmente será una subida del 3.2% en unas semanas del recibo de la luz, llegará al menos al 8% de aquí a final de año –no hace falta que me crean, ya lo verán en unos meses si comparan sus facturas-; el ministro de Industria, José Manuel Soria, ya nos ha sodomizado anunciado que la subida de la luz «es imprescindible para evitar la quiebra o una subida del 42% en la factura del contribuyente«.
Como diría Leónidas: ¡¡ Esto es … España !!