Sueldos de dos euros la hora para fregar platos y limpiar suelos, agencias de empleo que demandan personal al que pagar menos de 60 céntimos la hora, siete millones de empleados con minijobs… ¿Qué hay detrás del milagro económico alemán?
“Mi empresa me explotaba”, asegura Anja, de 50 años, en declaraciones que recogía Reuters… ”Si pudiera encontrar otro trabajo, me marcharía muy, muy lejos”; durante los últimos seis años se ha dedicado a fregar suelos y lavar platos por dos euros la hora.
La moderación salarial y las reformas del mercado laboral han empujado la tasa de paro hasta el nivel más bajo en 20 años, y el modelo alemán se cita a menudo como ejemplo al resto de países europeos que quieren reducir el desempleo y buscan ser más competitivos, pero Anja se escandaliza cada vez que lee en un titular “el milagro económico alemán”.
Los críticos aseguran que los cambios laborales de principios de la década pasada han contribuido a crear puestos de trabajo, pero también han fomentado la existencia de trabajos temporales y mal pagados, incrementando la desigualdad salarial. Los datos de la oficina de empleo germana muestran cómo el grupo de empleados con salarios más bajos creció tres veces más rápido que el resto entre 2005 y 2010. Eso explica por qué el milagro laboral no ha llevado a los ciudadanos a gastar mucho más, asegura Reuters en un artículo.
En Alemania no existe un salario mínimo a nivel nacional, por eso los sueldos pueden ser incluso inferiores a un euro la hora, especialmente en los estados de la antigua Alemania comunista. “He tenido algunas personas que ganan apenas 55 céntimos la hora”, explica Peter Huefken, jefe de la agencia de empleo de la ciudad germana de Stralsund, la primera de este tipo que llegó a demandar a empresas por pagar sueldos muy bajos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha criticado recientemente la política alemana de competitividad salarial, considerándola incluso como la “causa estructural” de la crisis en la zona euro.
Según un informe de France Press, las reformas de Schroeder hace casi una década tuvieron como efecto “reducir los ingresos más bajos, especialmente en los servicios, donde aparecieron nuevos empleos de baja remuneración”, pero, al mismo tiempo, “se hizo poco para mejorar la competitividad a través de una progresión de la productividad”, según este informe.
La política de deflación salarial no solamente ha afectado al consumo, “también condujo a un aumento de la desigualdad de los ingresos a una velocidad jamás vista, ni siquiera durante el choque producido tras la reunificación”, denuncia por su parte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. La cuestión es que “los demás países consideran cada vez más que una dura política de deflación salarial es la solución a su falta de competitividad”, subraya el informe.
Los economistas aseguran que el objetivo de Schroeder era conseguir la reincorporación al mercado laboral de los desempleados poco cualificados y de parados de larga duración, pero en 2005, su último año como canciller, se jactó en el Foro Económico Mundial de Davos de haber construido uno de los sectores de salarios más bajos de toda Europa, nos recuerda Reuters, indicando que hoy los empresarios alaban las reformas que condujeron a la existencia de los minijobs y de los empleos temporales. “Fueron particularmente populares entre las mujeres y los estudiantes para ganar algo de dinero extra”, o “dieron más flexibilidad a las empresas y la posibilidad de contratar a más personas para empleos poco cualificados y de baja productividad”, son los argumentos que más resuenan…
En cambio, los más criticos con las reformas aseguran que se ha tenido que pagar un alto precio, el que supone un mercado laboral de dos niveles. Y apuntan a que si bien ha ayudado a trabajadores de baja cualificación a incorporarse al mercado laboral, las encuestas muestran que no les ha llevado a ninguna parte. Además, alegan que los empresarios tienen pocos incentivos para crear trabajos estables a tiempo completo.
El resultado hoy día es que uno de cada cinco empleos en Alemania es hoy un minijob: sueldos máximos de 400 euros al mes libres de impuestos. Para casi siete millones de trabajadores este es su principal empleo.
¿Es ésta la visión del empleo del futuro en España? –si acaso no es la actual, claro–
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