La Diócesis de Astorga –¿recuerdan el caso «GesCartera«?– posee inversiones muy variadas en la actualidad, desde bonos de Credit Suisse a productos de alto riesgo. Ésta sociedad fue creada de la mano de Lucio Ángel Vallejo Balda, secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede desde el año 2011 y recientemente elegido por el Papa Francisco I para dirigir la Comisión para la Reforma Económico-Administrativa del Vaticano.
Hasta al menos 2011 poseía en su cartera Futuros Financieros por un valor de 374.000 euros y en sus 12 años de vida ha generado unas pérdidas acumuladas de 642.000 euros. De hecho, en plena crisis financiera tenia 3.3 milllones de euros en bonos de Bancos españoles e internacionales.
Sin duda uno de los aspectos más controvertidos de la Iglesia es el económico, y por ello, es uno de los puntos en los que más énfasis ha puesto el Papa Francisco I. Ya en el mes de julio se puso manos a la obra con la creación de un nuevo organismo, la Comisión para la Reforma Económico-Administrativa, y para dirigir esta ha elegido a un sacerdote español, Lucio Ángel Vallejo Balda, hasta ese verano secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede. Este último nombramiento ha confirmado el ascenso meteórico de este sacerdote riojano que empezó sus estudios en el seminario de Logroño. En Burgos realizó Teología Espiritual y después estudió Derecho en la UNED. Su primer destino fue en la zona de Puebla de Sanabria donde conoció al entonces obispo de Astorga, Antonio Briva Miravent. Fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Astorga el 1 de agosto de 1987, con 26 años de edad y enseguida fue fichado por el prelado astorgano para encargarse de la administración diocesana, con puntos beneficiosos y otros más oscuros, con apoyos y también detractores.
Para los primeros, consiguió mantener en pie los 1.500 templos de su diócesis y saneadas las cuentas del Obispado de Astorga, pero para otros, el ya conocido como “Contable de Dios”, que se le veía en sus últimos años en la ciudad Leonesa siempre acompañado por un iPad, sus inversiones no fueron siempre las más adecuadas, cuestionando especialmente su riesgo. Los negocios de esta Diócesis saltaron a primera plana de los periódicos ya en 2001, al haber confiado a Gescartera parte del dinero del obispado. Siete años más tarde, en marzo de 2008, se pudo recuperar la cifra de 339.352,25 euros que había invertido allí. Pero lo que si mantiene más que viva es su SICAV, Naujirdam Inversiones, anteriormente Vayomer SICAV, de la que según documentos de la CNMV ya presidia Lucio Ángel Vallejo Balda en el año 2007.
Constituida en mayo de 1999 y con un capital social de 7.194.694 euros, está controlada prácticamente en su totalidad por la archidiócesis de Astorga, elevando su participación del 99,59% del año 2010 al 99,90% en 2011, ejercicio que cerró con un beneficio de 7.945,17 euros. Pero estos resultados no han sido siempre tan buenos, ya que ha cierre de 2011 esta sociedad había acumulado en sus 12 años de actividad 642.090,96 euros de pérdidas, algo normal teniendo en cuenta el riesgo asumido, ya que ha cierre del año 2010 tenía abierta posiciones en Futuros financieros por un valor de 374.113 euros. Estos productos especulativos permiten apalancarse, es decir, conseguir multiplicar las ganancias (y también las pérdidas) respecto a la cantidad invertida. A cierre del ejercicio 2011 ya había liquidado estos productos, sustituyendo su inversión en 1,14 millones de euros en depósitos (con una remuneración de entre el 1,50% y el 4%) y especialmente en valores de Renta Fija, productos de Deuda esencialmente privada.
Aunque tenía una partida de 1,9 millones de euros depositada en Bonos del Estado, sus principales inversiones se dirigían a la gran Banca, española pero también extranjera: 2,3 millones de euros en renta fija de bancos cotizados en España, como Sabadell, La Caixa y especialmente Banco Santander y BBVA, 300.000 euros en Credit Suisse Londres y 150.000 euros en Santander Totta y otros 600.000 euros en Deuda del Instituto Crédito Oficial (ICO). Del resto de inversiones destacaba 200.000 euros en Repsol Internacional y 600.000 euros en Deuda de otras administraciones públicas. Todo un legado construido por la nueva mano derecha económica del Papa, que seguro que se preocupará de los “bienes terrenales” del Vaticano aun a riesgo de escoger opciones financieras para nada conservadoras.
(fuente)
Qué buen artículo, kuko!!!!