Yo, sólo sé que no sé nada, pero que acabaremos pagando los de siempre… Artur Mas ha logrado ‘ocultar’ sus recortes y medidas impopulares a los ojos de la ciudadanía. Su apuesta por impulsar el independentismo en Cataluña, noticia que día sí, día también, siembra de titulares la prensa nacional, le ha ayudado a ‘tapar’ cuestiones peliagudas como la subida del agua, el copago a los enfermos de larga duración o el nuevo ‘tijeretazo’ a la universidad pública.
Como si de una cortina de humo se tratase, los constantes ajustes sociales de la Generalitat han quedado en un segundo plano ante el reto independentista impulsado por Artur Mas. Ya sea con una lista sobre los agravios del Estado sobre Cataluña, o plantando a la mismísima Soraya Sáenz de Santamaría en un encuentro con los empresarios de la región, esta estrategia parece estar dando sus frutos, ya que en las últimas semanas apenas se oye hablar de las medidas adoptadas por el Ejecutivo autonómico.
Los recortes de Mas y las protestas de los catalanes parecen no interesar a la prensa en tanta medida desde el pasado mes de septiembre, cuando se celebró la Diada y la Generalitat elevó el tono de sus reclamaciones al Gobierno de Mariano Rajoy. Desde entonces los impopulares ajustes del presidente regional han pasado a un segundo plano para dejar paso a cuestiones relacionadas con el independentismo.
De esta forma, apenas ha tenido trascendencia el hecho de que tras la última subida del agua los catalanes vayan a pagar un 80% más por ella que antes de que Artur Mas se convirtiese en presidente de la Generalitat , ni que Cataluña haya encarecido el copago a los enfermos que ocupen una plaza de larga estancia en un centro socio-sanitario de la región –ahora deberán pagar por el servicio desde el primer día hasta un máximo de 540 euros al mes, cuando hasta ahora se aplicaba dicha medida sólo si el ingreso del paciente superaba los tres meses–
Tampoco se ha hablado mucho del ‘tijeretazo’ del 11% que el Ejecutivo catalán llevará a cabo en el presupuesto con las universidades, que amenaza con poner en pie de guerra a los rectores de estos centros, ni de las negociaciones de Artur Mas con varias entidades financieras para conseguir un aplazamiento de al menos un 62% de la deuda de la Generalitat.
Eso por no hablar de los recortes a la dependencia, de la huelga de los funcionarios de la Justicia catalana o del posible despido de hasta 6600 interinos que trabajan en la Administración regional, como denunciaron los sindicatos. Todo, absolutamente todo, ha quedado ‘oculto’ tras las acusaciones de Artur Mas al Gobierno central a cuenta del independentismo y las noticias referentes a la consulta que se quiere llevar a cabo el año que viene.
Hasta ahora el presidente de la Generalitat se ha ‘salido con la suya’, pero la realidad de la economía y la amenaza de nuevos recortes para el año que viene y 2015 pueden acabar por truncar sus planes de convertir la independencia de Cataluña en un ‘monotema’ en los medios.
fuente: elboletin