«Un canon sindical para todos los trabajadores». Con esta polémica propuesta sorprendió ayer el líder de UGT, Cándido Méndez, en su visita a Gran Canaria para participar en un encuentro político. Apenas 24 horas después de salir a las calles junto a otras asociaciones para protestar contra los recortes en el sector público y otras medidas del Gobierno, abogó por reformar el sistema de financiación de estas organizaciones, para que todos los trabajadores les amoniquen un dinero cada mes a los sindicatos…
La justificación que dio para que todo aquel que tenga un empleo «aporte una cantidad con carácter general» que vaya a las arcas de los sindicatos, es la propia redacción de la Constitución. En concreto, se refirió a que la Carta Magna «encomienda la defensa de los derechos generales de los trabajadores» precisamente a esas centrales, lo que les confiere «cierta singularidad».
No obstante, Cándido Méndez abogó por «aclarar mejor» esta cuestión a través de una nueva ley de participación sindical e institucional. Dicha normativa, que en su opinión también tendría que extenderse a partidos políticos, patronales y otras organizaciones sociales, debería «definir qué tipo de ayudas y qué cantidad tienen que recibir cada una», por ejemplo, los sindicatos
NOTA: En otros países ésto ya se hace, pero implica retirarles cualquier tipo de subvención a los sindicatos y que todos compitan por las cuotas de los trabajadores (en función del monto de la nómina entre 5 – 15 euros al mes, que el trabajador debe destinar a la organización sindical que prefiera, y un destino concreto en el caso de que no lo asigne a ninguna, pero nunca un fondo a repartirse entre ellos).