El mundo está loco, las mayores economías se empiezan a ver inmersas en la propia farsa de los mercados financieros y su locura; lo que ayer era sin duda blanco y recuperación, cada día parece no serlo tanto y volverse gris ¿verdad?.
Pero la realidad es que existen otras noticias de las cuales los mass-media no están hablando, y no dejan de ser MUY jugosas porque nos pueden dar a entender, como les digo, otro punto de vista.
La revelación del abuso cometido por Gadaffi sobre menores y adolescentes en «mazmorras de sexo» ubicadas en sus palacios, delata algo curioso: que pese a su persecución por parte de Occidente por crímenes de lesa humanidad, fue también Occidente quien después restauró su reputación ¿porqué se hizo esto? ¿que sentido tiene «hundir» a un dirigente político y su país para luego «reponerlo» en su status anterior? ¿quienes estuvieron implicados en volver a levantar la reputación de Gadaffi? … pues entre otros, el mismísimo primer ministro inglés Tony Blair, que por cierto hace una semana escapó de un intento de detención ciudadana por presuntos crímenes contra la paz –que sea cierto, y que se demuestren o no, ya es otra historia–
Representantes del gobierno chino corroboran y admiten que existe una gran crisis financiera gestándose en China, a la vuelta de la esquina. El nuevo régimen de Xi Jinping tiene miedo de que el gobierno del partido comunista colapse como consecuencia y por esta razón se está planificando una purga masiva de cargos corruptos; muchos cargos del gobierno chino, temiendo por su seguridad personal, han huido a lugares ocultos en el campo y dan órdenes por teléfono a sus subordinados.
Pero China dentro de lo que cabe no está tan mal si la comparamos con Japón, cuyo gobierno ya dice «abiertamente» que planea comenzar «a saquear» cuentas bancarias privadas para conseguir dinero con el que seguir funcionando.
Y sin ir más lejos, en los EEUU, la primera economía mundial del planeta, el secretario del Tesoro Jacob Lew afirma que los EEUU se quedarán sin dinero en febrero … por tanto, señores, ¡agárrense, que ésto sólo acaba de comenzar!