Las necesidades de endeudamiento para 2014 batirán todos los récords: 260000 millones de euros entre vencimientos y deuda nueva –un 25,4% del PIB, la mayor cifra de toda la Eurozona– y cuanto más tiempo pase, mayor será la burbuja y más devastador su estallido –ríanse uds. de la inmobiliaria– porque impedirá la recuperación y la creación significativa de empleo durante, al menos, 30 años. La competitividad de nuestra industria está empeorando, consecuencia de tener el gas y electricidad más caros de Europa, los impuestos más altos de nuestra historia y un desfase tecnológico abisal, consecuencia de la destrucción por el PSOE en 1983 del sistema universitario, todo ello a pesar de todos los compromisos y promesas del gobierno actual. A día de hoy tenemos:
– un ‘esfuerzo‘ de consolidación fiscal en 2013 de cero, mientras que el gasto político improductivo sigue fuera de control, porque antes que reducirlo –’eso no se toca‘, dijo Mariano– prefiere que los niños se mueran de hambre.
– un sistema de pensiones quebrado, que necesitará o fuertes reducciones de las mismas o transferencias crecientes del Estado –más de 30000 millones en 2014– un dinero que no se tiene.
– una creación de empleo en el último cuatrimestre marginal –contratos a tiempo parcial y temporales, es decir, empleos basura– y todo posiblemente debidos a circunstancias excepcionales, que por desgracia no se volverán a repetir. Y no sólo es el paro, es que la precarización y los contratos de miseria están creciendo vertiginosamente.
– un impulso de exportaciones que se ha desvanecido por nuestra falta de competitividad derivada del disparatado coste de la energía así como de la escasa especialización y valor añadido de nuestros productos.
Pero es que el sistema bancario no se queda atrás: un sistema quebrado que, a pesar de haber recibido –en forma de dinero efectivo, esquemas de protección de activos, sareb, avales– cerca de 300000 millones –que se dice pronto pero es el 29,4 % del PIB, a lo que deberíamos añadir otra cantidad equivalente al 29% en préstamos del BCE– sin los cuales el sistema bancario español habría dejado de existir, ésto es, el mayor rescate del mundo desarrollado, que a día de hoy sólo haya logrado que la banca siga siendo insolvente y consecuencia no ya de la burbuja inmobiliaria, sino de la depresión económica y su terrible exposición a la deuda soberana, dado que:
– más de 50000 millones se dan ya oficialmente por perdidos –la mayor socialización de pérdidas de la Historia de España– que si indagamos, según el FMI, en un informe sobre España de agosto de 2013, en un cuadro titulado ‘Balance para el contribuyente‘, nos indica que la cifra real es al menos de 185167 millones
– posee una ocultación de morosidad y pérdidas utilizando la fórmula de las refinanciaciones que a finales de 2012 habían alcanzado la cifra de 208000 millones
– mantiene un incremento de deuda soberana por parte de los bancos españoles insostenible –Moody´s Analitic así lo señalaba hace sólo tres semanas–
Por tanto, lo que tenía que haberse hecho, como ha ocurrido en el mundo civilizado, era dejar quebrar todo lo que no era viable, liquidar todos los activos y, si su valor era superior al de los depósitos de clientes de menos de 100.000, lo que ocurría y de sobra en todos los casos, que fueran estos los primeros en cobrar y del resto del pasivo se repartiera lo que quedara… Islandia, que dejó caer a todos sus bancos, se encuentra hoy en la senda de la recuperación, el FMI felicitó en su informe de agosto 2013 a su Gobierno por “no haber asumido los costes del rescate bancario”, pero sin embargo, los miserables que nos gobiernan han rescatado a todos, y el resultado es que España se encuentra hoy en la senda del hundimiento, no de la recuperación.
Roberto Centeno