Que el paro juvenil es un problema en este país no es nada nuevo. La última cifra de jóvenes que quieren trabajar y no pueden es de un 55%, una cifra espeluznante e insostenible, pero hoy quiero hablar más específicamente del 45% que trabaja y del que no se habla tanto. Sería interesante ver a qué se dedica ese porcentaje de jóvenes que pueden sentirse afortunados por poder tener algo que a la mayoría le falta, así como sus remuneraciones.
Pensemos en un recién licenciado –o graduado- que está buscando su primer empleo en algo relacionado con sus estudios. Si este valiente joven es un licenciado en económicas –Empresariales, ADE, Economía– o alguna ingeniería informática, seguramente no tendrá tantos problemas para introducirse en el mundo laboral.
El recién licenciado se conecta a uno de tantos portales de empleo y empieza a buscar un trabajo que tenga algún tipo de relación con su formación… sin duda el primer dia se asustará, aparte de la paliza de tener que repetir la creación del CV en cada plataforma, entramos con la conciencia de que será complejo encontrar algo, pero que algo habrá… Y descubre que no… Y piensa “bueno, hoy no he tenido suerte, mañana será otro día”… Y llega mañana, y todo sigue como ayer… Y llega el día siguiente, y todo se presenta igual que ayer y anteayer…
Nuestro joven decide entonces abandonar la idea de encontrar un trabajo a jornada completa, con un sueldo medio digno que al menos le llegue a los 800 euros brutos al mes, y empieza a quitar filtros de todo tipo –igual que cuando salimos de fiesta los tíos para pillar cacho, que empezamos a beber y sólo nos fijamos en esa chica que casi parece una modelo a las 2 de la madrugada… ya a las 3 y media nos fijamos mejor en esa otra amiga que tampoco es tan fea… y a las 5 ya queremos tiramos a la primera chica que nos pida un cigarro–
Pues en los portales de empleo es igual…
Nuestro amigo pronto descubre que para encontrar algo, es mejor no poner filtros de ningún tipo; busca desesperadamente algo para abandonar su hogar paterno y poder, al menos, pagar una habitación en un piso compartido por 6 personas, aunque sea sucio, aunque su nueva habitación no tenga ventanas… libertad, lo llaman.
Y, de repente, se da cuenta… En la mayoría de ofertas que tienen algún tipo de relación con lo que estudió buscan un joven que siga estudiando, un becario, un triste estudiante en prácticas; un pimpollo sin experiencia que acepte trabajar con un convenio de prácticas jornada completa haciendo todo lo que los demás cincuentones no saben hacer por 300 euros al mes, con suerte. Un «minijob» alemán al estilo español: no cotizas, pero trabajas más que todos los demás juntos, y siempre te encargas del trabajo sucio.
Ha llegado el momento de aceptar que, hasta la fecha, el único trabajo medianamente remunerado al que puede optar es vendiendo enciclopedias por las casas o trabajar de recepcionista en una clínica dental. Cobrará 650 euros brutos al mes, trabajará 25 o 30 horas a la semana, por las tardes. Le pedirán un inglés nivel nativo y le valorarán un segundo idioma. Le harán un contrato de 3 meses prorrogable a 3 meses más. Luego lo echarán y empezará, de nuevo, a buscar un trabajo igual de mal pagado, aburrido y monótono. Su jefe será un señor de 50 años, sin estudios, sin idiomas, sin educación, sin cerebro, que cobrará mínimo unas 4 veces más que él. Y llegará a casa pensando en que está haciendo con su vida, con su presente. Y no pensará en el futuro, porqué el futuro ya no existirá para él…
¿Ésto es lo que queremos para nuestros jóvenes? … si es así, es muy, muy triste…
Original de Ricart Rafecas Gómez.
Artículo 100% cierto, real como la vida misma. Tras el cierre de la empresa en la que trabajaba, buscar empleo es posible, encontrarlo muy difícil, por no decir imposible, y bien pagado, la panacea. No solo está complicado para los jóvenes, si no para los que estamos también en los cuarenta y pocos.
Por eso estoy en este mundillo de los mercados financieros, mientras puede surgir algún trabajo que merezca la pena, la nueva era tecnológica nos brinda la posibilidad de poder hacer lo que a uno le gusta y poder intentar sacar unos euros para poder seguir viviendo con dignidad.
Tienes toda la razón, mala pinta tiene esto, y claro, para la econonia de un pais tener que arrastrar un 25% de desempleo tiene lo suyo, nos esperan unos años bien jodidos….
Creo que exajeras un poco ,no ?
Igual en Canarias es así, pero en otros sitios no.
No exagero, es la cruda realidad de nuestra generación JASP (Jovenes Aunque Sobradamente Preparados), trate usted de hacer la prueba, apuntese a infojobs creando un perfil y revise las ofertas, se puede anonadar contemplando la cruda realidad, y ocurre en todo el país.
Álvaro, ni te puedes imaginar como te entiendo, después de 12 años trabajando en un sector con un gran CV, me encuentro que me ofrecen trabajos de autónomo para lo mismo,eso significa que yo pago todo, y si hay beneficios me quedo una parte….así yo también contrato. Suerte que no tengo deudas, así que si el mercado laboral no me quiere con una dignidad mínima, me dedico a otra cosa como a especular, gano para pagar mis facturas y todo el beneficio me lo quedo yo…..eso sí, hay que hacer gasto en aprender y tener a un asesor técnico como Antonio.
Es lamentable leer este articulo pero es la realidad, lo que esta pasando, yo tengo cuatro hijos dos estan en el extranjero porque aqui en españa solo encontraban trabajos de m…….., trabajando mas horas que dice el contrato pagandoles cuando queria el jefe y como quiere el jefe, «oye si no te interesa … ya sabes», y asi va el pais. No tenemos arreglo, mis hijas que estan fuera desde el primer dia dadas de alta en SS, con un contrato de trabajo claro hasta las comas y sin mentiras. Debo de caer del burro y reconocer que aqui no hay esperanza para los jovenes,,, una lastima porque no nos lo merecemos.