Si el ahora promotor Enrique Bañuelos ha de obrar milagros para sacar adelante su proyecto de BCN World en Tarragona, ya ha conseguido el primero: que PP, PSC y CiU se pongan de acuerdo para apoyar el cambio legislativo y las rebajas fiscales que hagan posible esta inversión de 4600 millones de euros. De hecho, es el único pacto parlamentario de amplio alcance obtenido en una legislatura marcada en Cataluña por la crispación soberanista.
Fuentes políticas del Parlament de Catalunya han avanzado que el PSC ya ha dado su brazo a torcer y que finalmente apoyará el proyecto de BCN World. A partir de hoy comienzan las negociaciones a contrarreloj con el PP para que se una al apoyo a este cambio legal, con lo que al final CiU, que carece de mayoría parlamentaria, conseguiría sacar el proyecto de ley adelante en el primer pleno del mes de abril, con el apoyo de los dos grandes partidos españoles. Se espera que el pacto se anuncie de manera oficial en 48 horas.
En esencia, el cambio legal que se discute es una nuevo marco jurídico que permita el juego en la zona urbanística calificada como Centro Recreativo y Turístico (CRT) en Tarragona, que es donde se encuentran los terrenos sobre los que Bañuelos tiene una opción de compra y que ahora son propiedad de La Caixa.
La nueva ley autorizaría a Enrique Bañuelos a tener seis licencias de casino –que debería ganar en concurso público-, aumentar los actuales 400000 m2 de techo edificable a más de dos millones y reducir la tasa de juego actual del 55% a sólo el 10%, en línea con la rebaja fiscal que aplicó la Comunidad de Madrid para captar el proyecto de Eurovegas.
Fuentes cercanas al PP catalán explican que el principal escollo para que se sumen es que los populares catalanes piden que el 50% de lo que se ingrese fiscalmente vaya a promocionar la marca turística Costa Daurada, que es como se denomina a las playas del área de Tarragona, en compensación porque que el proyecto se haya denominado BCN World y no Tarragona World. Sin embargo, fuentes políticas de ambos partidos consideran que las posiciones están muy próximas, tanto por los intereses territoriales del PP en Tarragona como por la voluntad de los populares en no quedarse descolgados ahora que el PSC bendice el proyecto.
Recuerden que el PP tiene un importante peso específico en Tarragona, ya que gobierna junto a CiU en Reus y Salou, en donde las autoridades locales están a favor del proyecto, sobre todo por las perspectivas de creación de empleo.
Se prevé que la nueva ley, que se ha tramitado de urgencia, se apruebe en el primer pleno del mes de abril, según han señalado fuentes parlamentarias. La previsión es que CiU, PP y PSC voten a favor y ERC salve los muebles con una abstención de manera que pueda conjugar la oposición que sus bases tienen contra el complejo de ocio y juego y el apoyo que su partido da a Artur Mas en la cuestión soberanista y la celebración de la consulta.