Debe ser la máxima y posiblemente la excusa para todo lo que está ocurriendo, ya que hoy la Delegación del Gobierno de Madrid ha anunciado la apertura de expediente contra los organizadores de las Marchas de la Dignidad no por hechos ocurridos tras la manifestación del 22M, sino durante las marchas a su paso por la Comunidad de Madrid. El expediente se fijará hasta el máximo legal que permite la ley con sanciones económicas importantes. Ante ello, diversos participantes de las mismas cuestionan las acusaciones y exponen sus relatos.
“Como no pueden culpar a los organizadores de las marchas de lo ocurrido tras la manifestación, han buscado cómo intentar criminalizarnos de otro modo, atribuyéndonos faltas durante las caminatas a Madrid, que fueron completamente pacíficas”, comenta un participante de la marcha.
“La práctica habitual que teníamos era llegar a los ayuntamientos, y asignar a dos o tres personas para que entraran a registrarse. Lo hacíamos así para evitar avalanchas. Y eso fue lo que hicimos al llegar a Perales de Tajuña. Allí el ayuntamiento les cerró la puerta, les negó el acceso. La Guardia Civil blindó la entrada, un compañero conversó con la Guardia Civil dejando clara cuál era nuestra intención, explicando que solo queríamos registrar la marcha y continuar la etapa. Pero se les negó. Así que se solicitó hablar con la alcadesa, y se negó también. También nos negaron la entrada a instalaciones donde dormir hasta entrada la noche, así como el agua caliente. Insisto: No hubo asalto al ayuntamiento”, explican.
“También pusimos una pegatina en una sucursal de la Caixa”, prosigue Agripa. “Íbamos colocando pegatinas en muchas sucursales. En esta hubo un empleado que salió, supongo que pensará que va a heredar él la entidad. Salió con malas maneras, empujando a algunos compañeros. La Guardia Civil intervino, huno empujones y pequeñas fricciones, pero ni asaltos ni nada, no intentamos entrar a la sucursal, porque nuestra campaña actual es sobre Bankia”.
Lo que ocurre es que el Gobierno sabía que esta protesta no es puntual ni sectorial, sino un planteamiento de ataque a la línea de flotación de su plutocracia. Y ante ello activaron todas sus alarmas.
Fuente: eldiario.es