Y siga Ud. «ayudándoles» a que sean los que siempre ganan, que por algo es «la empresa» más antigua del mundo, con casi dos mil años de antigüedad y sin expedientes de regulación de empleo.
Varios cálculos estiman en «miles y miles» los bienes inmuebles inmatriculados por la Iglesia católica en España: campos, casas, ermitas, iglesias, catedrales o la mismísima Mezquita de Córdoba; de hecho ni Aragón ni la Comunidad Valenciana consiguen del Ministerio de Justicia ni del Registro de la Propiedad sus listados de bienes, porque los registradores tienen potestad para decidir si prevalece el derecho de acceso a la información o la protección de los datos personales –y en éstos casos ocurre aquello de «con la Iglesia hemos topado»–