Hay satélites como alguna luna de Saturno o Júpiter que parecen ser huevos de hielo, igual la yema está llena de vida, y esta está en nuestras mismas narices y no a millones de años luz de la Tierra. No me cabe la menor de las dudas que si no nos destruimos antes el hombre viajará por el universo en busca de un nuevo hogar, pero para ello sin duda deberá ir primero a lo que tiene cerca de casa antes de ir a Orión o las Pléyades.