Haz lo que digo, no lo que hago… ésta parece ser la máxima que rige en la dirección de CCOO de Cataluña, al menos, eso es lo que denuncian los 18 empleados de su gabinete jurídico que la semana pasada fueron despedidos por el sindicato, siete técnicos y once administrativos que recibieron el viernes pasado la notificación de que sus contratos eran rescindidos por causas económicas y les ofrecieron una indemnización de 20 días por año trabajado con un límite de doce mensualidades.
Los trabajadores denuncian que la empresa ha aprovechado una triquiñuela legal porque hace solo dos meses, el servicio jurídico de CCOO de Cataluña se integró en la estructura central del sindicato –ésta desde 2006 pertenecía a una empresa propiedad del sindicato y contaba con 97 empleados– dado que si los despidos se hubieran producido antes de la absorción por la matriz, para despedir a 18 empleados habrían tenido que hacer un ERE, al superar los afectados el 10% de la plantilla, lo que les habría supuesto mejores condiciones –pero tras la integración en la plantilla, esa circunstancia ya no se daba, pudiendo CCOO optar por un despido más asequible–