Hace ya algún tiempo, el multimillonario Nick Hanauer (un empresario estadounidense especializado en el capital riesgo) escribió una carta a sus queridos compañeros multimillonarios. El contenido de la misma, aunque esté aplicado de facto a los EEUU y sus «queridos colegas«, se puede extrapolar perfectamente a cualquier economía mundial. La citada carta, que comienza exponiendo los comienzos de éste señor y como su visión de futuro le ha otorgado todo lo que tiene, llega a un punto donde habla del presente y del previsible futuro, citando textualmente lo siguiente (si les aparece el botoncito verde inferior de «leer más», pulsénlo para acceder al articulo completo)
Al mismo tiempo que gente como usted o yo prosperan más allá de los sueños de cualquier plutócrata de la historia, el resto del país, el 99,99%, se está quedando muy atrás. La brecha entre los ricos y los pobres está aumentando muy, muy rápidamente. En 1980, el 1% de la población controlaba aproximadamente el 8% del ingreso nacional de los EEUU y la parte inferior del 50% de la población compartía el 18% de la riqueza. Hoy en día el 1 % posee alrededor del 20 % de las riquezas y el 50% inferior, sólo un 12%
Pero el problema no es que exista desigualdad, la cual es inherente a cualquier economía capitalista… ¡El verdadero problema es que la desigualdad se encuentra en niveles históricamente altos y continua empeorando cada día!
Nuestro país es cada vez menos una sociedad capitalista y mucho más una sociedad feudal; a menos que nuestras políticas cambien drásticamente, la clase media va a desaparecer y nos veremos de vuelta a Francia a finales del siglo XVIII, antes de la revolución…
Ahora tengo un mensaje para mis compañeros asquerosamente ricos, para todos aquellos que vivimos encerrados en nuestras burbujas cerradas: Despertad, ésto no va a durar.
Si no hacemos algo para arreglar las desigualdades en nuestra economía, las horcas vendrán a por nosotros. Ninguna sociedad puede sostener este tipo de aumento de la desigualdad. De hecho, no hay ningún ejemplo en la historia humana donde veamos una riqueza acumulada como la actual y las horcas no hagan acto de presencia. Una sociedad tan desigual conlleva un estado policial, o una revolución. No hay ejemplos en contrario, ninguno. No se trata de si eso sucederá, sino de cuándo sucederá.
Cualquier estudiante de historia sabe que las revoluciones, como las quiebras, se aproximan poco a poco, y estallan de repente. Un día, alguien se prende fuego a lo bonzo y de golpe, miles de personas inundan las calles y antes de que te des cuenta y puedas reaccionar, el país entero está quemandose por los cuatro costados.
Si la desigualdad sigue aumentando como hasta ahora, esto va a acabar sucediendo. No seremos capaces de predecir cuándo y como, sólo se que resultará terrible para todos y especialmente para “nosotros”.
Pueden ver el contenido completo de la carta (en inglés) pulsando aquí
Ya se están ocupando de que la población cada vez este mas aborregada para que la revolución nunca ocurra.
Los recortes en educación son una buena muestra de ello. Los ciudadanos incultos son mas fáciles de controlar y nunca se quejan mientras haya fútbol y Salvame Deluxe.
Rentas básicas universales para silenciar las miserias.
Minijobs que incumplen cualquier razonamiento de derecho laboral, para dar la sensación de que hay empleo para la gente no preparada.
Derecho a »educación», sistemas públicos cada vez más mediocres con planes de estudios básicos que crean masas aborregadas, con muchos títulos y ninguna capacidad de creatividad o competitividad. Con destino a generar mano de obra barata y no contestataria en la gente con preparación.
Democracias, con partidos que se rigen por reglas no democráticas, que parecen dar todos los derechos a sus ciudadanos pero que legislan en contra de ellos
Internet como gran circo romano de diversión infinita, adictiva, inmeditata y alineante. Donde vierte información sesgada y dirigida para tener a las masas activas, pensando que loque se ve en un mundo virtual tiene algo que ver con la realidad. Donde se crea una especie de vía de escape a los `revolucionarios de salón’, que lanzan sus quejas e indignación en el facebook y se creen que así se arregla el mundo…
Las castas extractivas de riqueza, élites que mueven el mundo desde arriba y que rigen nuestros destinos, tiene muchas formas de sostener su poder. El dinero no es lo que les importa, pueden gastarlo a manos llenas para ‘solucionar’ los problemas de las clases trabajadora. O pueden crearlo si algún día se les acaba.
Lo que les importa es el poder, ser creadores del futuro donde seguirán dominando los hilos que mueven el mundo y donde siempre tendrán una posición privilegiada, ya que son ellos los que marcan el destino, el timing, la necesidad de que ocurran ciertas cosas y no otras.
Somos una masa aborregada en manos de parásitos insaciables que alimentamos generación tras generación.