Ninguna sociedad quiere que seas sabio, porque todo hombre y mujer sabios no pueden ser serviles o sirvientes, no pueden ser manipulados, no pueden ser obligados a seguir masas ni a vivir como robots. Una persona despierta e inteligente puede llegar a preferir la muerte antes de prestarse a la estupidez. Prefiere seguir a su propia conciencia, que seguir a una nación –a fin de cuentas, unas líneas imaginarias en un mapa– para evitar que algunos pocos tengan el poder y les opriman; tampoco formarán parte de pseudo-religiones que solo buscan mantenerlo distraído del verdadero conocimiento y conciencia, llenándose mientras los bolsillos con el sufrimiento ajeno. Una persona verdaderamente sabia, es libre y solo obedece a su propia conciencia y corazón; no manda ni se deja mandar; no pisa por encima a los demás ni se deja pisar…
http://youtu.be/TZmHPrl9GRM