Estamos educados en la picaresca y así nos va; vivimos en una cultura en la que la corrupción está impregnada en la sociedad, sobre todo a nivel municipal. ¿Qué prefiero, un alcalde honrado que va a conseguir que mi huerta valga 3000 euros o uno corrupto que transformará en una huerta de 300.000 euros?… Queremos el alcalde corrupto, claro, que si, de ahí pilla mucha gente y de toda esa corrupción no se ha escrito una línea, ni siquiera le ha preocupado mucho a la oposición. Ni con que haya eliminado la ley de costas, que es una salvajada, y se hayan amnistiado todas las construcciones ilegales. En este país ser honrado es ser gilipollas.
Fuente: entrevista a a El Gran Wyoming
El Gran Wyoming: «Porque alguna vez tienen que abandonar el Estado papá. Lo que nos ha llevado a esto ha sido una especie de alienación que consiste en decir «que me den escuela, ¿cómo que no tengo plaza?, ¿cómo que tengo que esperar en urgencias?». Tío cúrratelo. Esto no ha venido gratis, esto ha habido una gente que lo ha hecho para nosotros y nosotros no le hemos dedicado a eso ni la millonésima parte de tiempo, esfuerzo… Ha habido gente que ha estado en la cárcel. No se quiere hablar de ello pero hay que hablarlo.»