En la oposiciones celebradas para cubrir 14 plazas de auxiliares de grabación y subalternos en el Tribunal de Cuentas –a la que se presentaron 225 aspirantes– un opositor levantó acta ante notario antes de que se celebrara, para dejar constancia de los nombres de los catorce aprobados y acertó doce, entre las que «curiosamente» se encontraban siete secretarias de consejeros además de la hija del ex-secretario general de la institución José Antonio Pajares.
Naturalmente el opositor ha presentado recurso ante tamaño desatino –o gran acierto por parte del citado opositor– y el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso por una cuestión técnica, desgraciadamente sin entrar en el fundo de la cuestión.
Teniendo en cuenta que de los 600 funcionarios del Tribunal de Cuentas, más de 100 son familiares de altos cargos y la nula labor fiscalizadora que realiza el Tribunal, como demuestran los retrasos en su labor fiscalizadora y algunos escándalos como el caso Bárcenas, lo que deberían de hacer todos los miembros del Tribunal sería dimitir porque da la impresión de que sus prestigio está bastante deteriorado, ¿no creen Uds?
Fuente: Administración Digital