Seguimos en un país a la cola tecnológicamente…

Un país en el que parece que ni ciudadanos ni políticos tienen pajolera idea de que va éste mundo de la tecnología, un país en el que nuestros políticos están encerrados en su burbuja de corrupción y trapicheos, pensando sólo cuando vendrá el próximo boom de la construcción, pero aún así, nuestros políticos se creen mejores que nadie y pretenden ir de innovadores y de reguladores en el ámbito tecnológico –me refiero a la famosa tasa google por citarles el último intento fallido-, no solo estando en modo «NPI» -o sea, «ni pajolera idea»-, sino además sin buscar asesoramiento adecuado al respecto para tomar las mejores decisiones y que haya un avance adecuado… Señores, ¡un poco de humildad coño! ¡que pretendemos ser el próximo Silicon Valley y seguimos enviando faxes!

Y es que, desgraciadamente, España siempre ha sido ignorante tecnológico; tenemos el caso de la usabilidad de muchas webs de la administración del estado –igual es que para hacer la web dijeron «veamos, hay que entregar estos papeles, así que hay que poner estos campos de formulario, pero, ¿cómo podemos imitar la ineptitud de los funcionarios?» y se les encendió la bombilla, enredando muchas cosas de forma que sea difícil realizar trámites online– o el caso del DNI electrónico, que para usarse necesita dos masters, el teléfono directo del fabricante del lector de tarjetas, cuatro avemarías, tres padrenuestros y Windows para poder firmar algo –y no sólo la instalación del eDNI es una castaña y un lio, sino que además su uso es tremendamente complejo: identificación, firma, refirma, firma de la refirma, applets en java, java en applets, bufff… sería menos doloroso meternos un palo por el culo– … ¿no se lo creen?, entonces veamos un ejemplo real:

¿Sencillo verdad? Como ven, todo muy fácil, sencillo, avanzado, barato y tecnológico, sobre todo «muy» tecnológico…

( visto en  drjaus.es )