En la década de los 50, Europa vio nacer una experiencia completamente nueva en su historia: un grupo de países que llevaban siglos desangrándose en guerras decidieron unirse y construir una entidad supranacional para caminar juntos, mediante la firma inicial del Tratado de París de 1951, que daría pie posteriormente a las Comunidades Europeas como embrión de la actual Unión Europea.
Sesenta y cuatro años después, a pesar del indiscutible éxito y haber integrado a más de veintiocho estados, ¿está el proyecto encallado? … los intereses particulares de cada país vuelven a primar sobre intereses generales, con muchos ciudadanos indiferentes –si no directamente hostiles– al proyecto.
Pese a que el colapso se inició mucho antes, su culminación en la durisima crisis económica actual y la inoperancia de las instituciones frente a la misma, pueden dictaminar que es el fin del camino, bosquezandose un nuevo horizonte en el que, algunos, vemos la Unión Europea como un simple marco de cooperación al estar totalmente una mayor integración.
Pincha aquí para continuar leyendo el articulo completo en su fuente