Con 40000 empleados en todo el mundo –más de la mitad aquí en España-, INDRA y sus trabajadores trabajan a toda máquina para dar esta noche los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, pero posiblemente será su último día en paz antes de la tempestad; pronto, miles de ellos dejarán de pertenecer a la empresa. La tecnológica española afronta sus horas más oscuras y su próxima reestructuración la dejará irreconocible para siempre… Sindicatos y empleados están alerta porque el bisturí llegará a todos los rincones, así que los rumores no cesan, como que los despidos se elevarán a más de 3500 o que la división de sistemas con 14000 empleados pasará a manos del capital riesgo.
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A tiro para ponerse corto, no en vano mi segundo apellido es Cortázar.