Entre 150 y 200.000 migraciones de líneas paralizadas, entre 50 y 60.000 usuarios incomunicados por averías sin solucionar, colapso en las incidencias técnicas y parada total de nuevas altas. Estas han sido algunas de las consecuencias de la huelga de los autónomos y los trabajadores de las empresas subcontratadas por Telefónica, una huelga que ha logrado paralizar buena parte de la actividad de la compañía en lo que a instalaciones, reparaciones y portabilidades de líneas se refiere.
La situación a día de hoy es incierta, mientras que los sindicatos mayoritarios han anunciado el fin de las movilizaciones, lo cierto es que la huelga continua, quizás con menos efectivos pero mucho más enardecidos, que reclaman la vuelta a las condiciones del contrato del 2006, por lo que las movilizaciones van para largo mientras los principales medios de comunicación miran a otro lado.
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