Después de décadas «tras bambalinas«, MasterCard abre las puertas de uno de sus laboratorios DigiSec, que, dotados de un impresionante arsenal de maquinaria de alta tecnología, tienen como misión romper las protecciones de contraseñas y códigos PIN de tarjetas de crédito, todo con vistas a poder adelantarse a hackers y cyberdelincuentes.
«Nunca antes hemos hablado de esto, pero hemos invertido mucho dinero en predecir ataques y proteger sistemas de pago tanto de forma digital como física«, dice Ajay Bhalla, responsable de seguridad en una de éstas empresas, escondida en una zona industrial; «la gente de la zona sabe que estamos aquí pero no sabe exactamente a que nos dedicamos«, afirma. «Esto es importante porque el asunto es materia de seguridad nacional, y los laboratorios DigiSec de MasterCard reciben un buen número de visitantes del sector de inteligencia y policía» comenta.
El trabajo en el laboratorio empieza con la tecnología más anticuada: la tradicional tira magnética de las tarjetas, que, aunque está siendo reemplazada por chips y PIN, todavía hay bancos que la usan en todo el mundo, y para demostrar su vulnerabilidad, uno de los jefes del laboratorio aplica un spray a la tira magnética que revela inmediatamente la serie de bandas oscuras y claras que corresponden a los unos y ceros de la tarjeta; «la facilidad para ser descifrada hace que dicha tecnología esté rápidamente quedando obsoleta«
En el laboratorio una de sus misiones es predecir lo que harán los cybercriminales en el futuro, como por ejemplo, descifrar la secuencia de unos y ceros de una tarjeta aplicando una carga eléctrica a los circuitos del chip, «esto podría hacer que los criminales descifrasen el código fácilmente, aunque por el momento la seguridad está funcionando porque todavía no hemos visto una tarjeta clonada de dicha forma» afirman.
Los laboratorios también están tratando de predecir qué tipo de receptores podrían usar los hackers escondidos en el «paisaje» para robar datos, uno de éstos sistemas apodado el «bintenna» se basa en un simple cubo de basura con un alambre receptor enrollado en un núcleo oculto dispuesto a captar las señales de chips NFC y RFID de tarjetas bancarias cercanas. Al equipo DigiSec le encanta tratar de adivinar cuál será el próximo mecanismo loco que utilizarán los criminales, ya que la seguridad digital es una carrera.
Fuente: BBC future