«Con dinero por delante todo vale» nos decía un profe de la uni, y en el caso de la última campaña de Volkswagen que pretende hacerle un lavado de cara, no iba la cosa a ser menos… Encubierta bajo la identidad “Want To Trust” bajo una producción de buena calidad y el concepto comercial de personificación –para los neófitos, es atribuir a un objeto cualidades humanas que no tiene-, usando todo tipo de planos cuidados para sensibilizar al espectador y una música melódica que nos lleva por un recorrido de mensajes que pretender tocarnos «la fibra sensible» en plan «de acuerdo, te perdono, porque mi coche me ha acompañado desde hace X años, porque mi coche ha participado de mis mejores recuerdos, etc, etc» no veo nadie cogiendo el toro por los cuernos para decir alto y claro Mentira, mi coche no me acompaña a ningún lugar, nos desplaza y está diseñado para cumplir esa función, y no participa de absolutamente nada
Lo que hay detrás del escándalo Volkswagen es un fraude que juega con nuestro dinero, resultado de una estrategia de competencia desleal, de una patada Rossi-Márquez para echar de la carrera a quien con las mismas armas, está jugando por convencernos frente a otros productos, pero sobre todo es un fraude que juega con nuestra salud, en tanto que para el beneficio de unos pocos, resta valor a la vida humana –hablamos de sustancias muy nocivas para el organismo humano, luego es una cuestión relevante para todos y cada uno de los seres vivos de este planeta– y que antepone los resultados, sus ingresos y cuenta de beneficios sobre cualquier ser humano, por tanto ¿a quién tengo que perdonar y porqué?
Por si queréis conocer más en detalle éste asunto del que se han vertido ya ríos de tinta, recordemos la palabras de Michael Horn -presidente de Volkswagen en los EEUU-: «la hemos cagado por completo»