Ellos, que predicaban en 2008 aquel famoso «esto lo arreglamos entre todos«, se desdicen para salvar su patrimonio, cediendo el control de grandes recursos –antes públicos– progresivamente privatizados por el Estado, desde la producción y distribución de energía, hospitales, aeropuertos, agua, servicios de limpieza o carreteras, en favor de fondos e inversores extranjeros.
Tras años y años de privatizaciones, los recursos estratégicos del Estado que parecían estar «a salvo» resguardados por capitalistas patrios y sus cajitas de ahorro aliadas, ha sido una ilusión. Comenzando por la caída de Bankia -una fuente fundamental de créditos para propietarios renombrados- el castillo de naipes caído ha empujado a poner un «se vende» a sus buques insignia, grandes empresas antes de bandera nacional. Años atrás, cualquiera de estos movimientos hubiera generado avisos y alertas, como en el caso de la OPA de Enel sobre Endesa, pero ya no es una excepción, es la última fase de un proceso que cierra la privatización de nuestros recursos más estratégicos para ponerlos en manos extranjeras, como ya ocurre con CLH –la Compañía Logística de Hidrocarburos– quien monopoliza la distribución y almacenamiento de crudo en España, en manos de 10 fondos diferentes –incluso el Ministerio de Industria manifiesta estar preocupado con dicha situación–
No es el único caso y si el tema les interesa, pueden leer el resto de la historia en su fuente original pulsando aquí y piensen en el fin último de aquel eslogan «ésto lo arreglamos entre todos» y cual está siendo el resultado, denle vueltas entre palio y palio ésta Semana Santa…