El coloso alemán del automóvil, Volkswagen, número uno del mundo, afronta un futuro dramático, una vez que dos de los inversores institucionales más importantes del mundo, el noruego Norges Bank Investment Management, que con casi 1 billón de euros de activos gestiona el fondo soberano que garantizará el bienestar de los noruegos cuando se termine el maná del petróleo, y The Children’s Investment Fund (TCI), uno de los fondos activistas más temidos de Europa, que es el segundo accionista de Aena, han formado sin quererlo una pinza brutal contra la alemana, en un momento crítico por la debilidad de la compañía tras ser cogida en renuncio en un fraude al consumidor de engaño sobre el nivel de emisiones de sus motores diésel.
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Técnicamente si no cierra el gap que os indicamos poco o nada se pinta en la firma alemana de automoción salvo para recoger papel barato si sufre otro varapalo.
