Éste compuesto se ha convertido en nuestro mejor aliado para combatir el dolor y la fiebre debido a sus propiedades analgésicas y antipiréticas y de hecho, es uno de los medicamentos más consumido del mundo y el segundo medicamento más vendido en España –en los EEUU un cuarto de las personas consumen paracetamol cada semana–
Aunque se trata de un medicamento bastante seguro y la mayoría de las personas lo toleran bien, puede provocar algunos efectos adversos, como hipotensión y aumento de los niveles de transaminasas en sangre; no obstante, el principal problema es cuando se toma de manera continuada y en dosis altas ya que puede afectar el hígado, aunque el verdadero problema es que sus efectos psicológicos apenas se han comenzado a estudiar…
Si hace apenas un año un estudio desvelaba que el paracetamol reduce nuestra capacidad para experimentar emociones positivas, ahora una investigación llevada a cabo en la Universidad Estatal de Ohio ha desvelado que el paracetamol no solo mata el dolor sino también nuestra empatía, de forma que al sentir menos dolor, infravaloramos el sufrimiento ajeno. Los resultados mostraron que quienes tomaron paracetamol pensaban que excluir a la persona no hería tanto sus sentimientos, indicando que los participantes no se mostraron muy preocupados por herir los sentimientos de la persona rechazada, así que mejor tengan mucho cuidado porque el paracetamol anestesia el cerebro y las emociones.