Las proyecciones del FMI se hacen como aquí en España las encuestas electorales, se sienta uno en una terraza pide una birra y va rellenando una a una para que cuadre con una lógica o coherencia social, se entregan las encuestas y el estudiante de turno trata de pillar unas pelas , ya que son trabajos realmente mal pagados y siempre a destajo.
La decepcionante realidad se presenta en un gráfico , que comparó el crecimiento del producto interno bruto real-2011-2016, con la perspectiva de cinco años del Fondo Monetario Internacional. El mundo bajo en expectativas de crecimiento en 9 puntos porcentuales, con un crecimiento del 22% durante el período de tiempo en lugar del 31% como se había proyectado.
La decepción fue generalizada, con regiones tan variadas como la zona euro y la India contribuye al déficit en el PIB mundial. El déficit más grande (fuera del cajón de sastre «Resto del mundo») en términos de crecimiento total ha sido China, mientras que el más grande en términos de crecimiento porcentual fue la perdida de 29 puntos por Brasil.
Mientras que la decepción probablemente puede atribuirse en parte a la mala pronosticar por el FMI – su tabla de crecimiento del PIB mundial es una colección de anzuelos de tristeza económica – que también habla de cuántos males han caído sobre la economía mundial desde la crisis financiera global.
En general, los resultados no son alentadores.
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