Abengoa, sus cuentas y cuentos …

El pasado junio, el consejero de Abengoa José Borrell, declaraba en la Audiencia Nacional que no estuvo presente en el consejo de administración del 23 de septiembre de 2015, porque se encontraba en Barcelona promocionando un libro –recordemos que este consejo era el más trascendental que celebraba la sociedad en sus 75 años de existencia, pues Abengoa se jugaba ese mismo día su presente y su futuro frente a la banca– … coincidencia o fatalidad, Josep Borrel percibe de la sociedad 300.000 euros anuales –asista o no a los consejos de administración– y el caso es que en ese consejo se aprobó el pago de las indemnizaciones millonarias al hasta ese día Presidente de Abengoa, Felipe Benjumea, al amparo del contrato que extendió en febrero de 2015 el propio Borrell a Benjumea. Nada más y nada menos que 11.480.000 euros.

Lo mejor del caso es que preguntado Borrell sobre esas indemnizaciones en la Audiencia Nacional, no tuvo reparo alguno en justificar su bondad, defendiendo que incluso la cifra hubiera sido superior si se hubiera aplicado la fórmula de 45 días de salario por año trabajado que tenía Benjumea en su contrato laboral.

Sinceramente señores, creo que decir una cosa así es una tomadura de pelo a los miles de trabajadores que en éste país se les despide desde mucho tiempo atrás pagándoles –en el mejor de los casos– 20 días por año y con un máximo de 12/24 meses, por no decir que que a quien voluntariamente deja su trabajo le corresponde una indemnización de cero patatero –que es lo que presuntamente hizo el Sr. Benjumea-, porque ¿a ustedes les parece ético y responsable llevar a cabo un pago de dichas características cuando la sociedad había declarado pérdidas de cerca de 1.200 millones de euros, había despedido a miles de empleados y arruinado a otros tantos accionistas, bonistas y proveedores?    Fuente:  blog de perjudicados por Abengoa