Al alcalde de Alcorcón no le gusta que le increpen; en la picota mediática por sus comentarios machistas, aplica a rajatabla una ordenanza municipal del año 2007 para perseguir económicamente a los vecinos que le hacen algún gesto, le insultan, le increpan o simplemente reprueban su gestión. «Reconozco que me lo encontré cerca de mi casa y le grité un término inadecuado. Lo asumo. Pero un policía que le acompañaba se me acercó y pidió que me identificara. A las pocas semanas, recibí una multa de 3.000 euros» indica uno de los vecinos del citado municipio.
Un portavoz del ayuntamiento señala que, desde que gobierna el actual regidor David Pérez en junio de 2011, la Policía Local ha aplicado el artículo 9.1 de la citada ordenanza contra vecinos de la localidad en 35 ocasiones, aunque no ha querido matizar qué porcentaje de sanciones corresponden a conductas de desprecio contra el propio alcalde, cuántas contra concejales de su equipo, cuántas por increpar a concejales de la oposición y cuántas se han puesto simplemente porque la Policía detectó este tipo conductas entre vecinos del municipio… El ayuntamiento tampoco ha facilitado información sobre el importe de estas sanciones.
Fuente: elconfidencial.com
Pues cuando se promulgó esa ordenanza gobernaba Enrique Cascallana, del PSOE
Multa merecida. Nadie debe consentir que le insulten en su propia cara y menos aún por un motivo tan politizado como este.
Como siempre, la libertad de expresión es monopolio de la izquierda. Solo su opinión debe ampararse en este derecho y cualquier desliz que puedan tener es imperativo relativizar su importancia (Lease Pablo Iglesias con su "le azotaría hasta que sangrase" (en relación a una periodista, por cierto mujer, que ¡oh sorpresa! no tuvo eco en ningún ámbito y/o grupo, sociedad… feminista.
Ciertamente ya no engañan a nadie.
Esta España es así, si eres de derechas hay que insultarte que lo guay ahora, es ser perriflauta