De estos montantes dará cumplida cuenta empresas de anuncios como Alphabet (ex-Google), ama y diosa en materia de publicidad en la red a nivel global. Todos quieren estar en Internet y esta empresa funciona casi como una caja registradora automática a la hora de facturar y luego para su mayor beneficio se instala fiscalmente en países de tributación laxa. Como en Irlanda para Europa en el caso de Google. Llegada una cuota de mercado y/o importe a todas ellas habría que obligarlas a tributar nación por nación.