Que nuestro sistema de pensiones hace aguas no es ningún secreto, como tampoco lo es que este año hay que tomar decisiones importantes al respecto, justo cuando el Parlamento tiene menos probabilidades de aprobarlas. En la «hucha de pensiones» quedan 15.915 millones de euros y para la próxima paga extra de junio hacen falta 6.000 millones. El problema está en que la suspensión de la obligación de no sacar más del 3% del saldo cada año –adoptada en 2012 por el Gobierno del PP en mayoría– en lugar de pensar soluciones, ha caducado y el actual Gobierno, también del PP, podría disponer ahora de menos de 500 millones de euros para pagar a los pensionistas.
El actual Gobierno, en su etapa anterior y en funciones, dispuso del patrimonio de las pensiones a su antojo –en 2016 sacó 19.200 millones de euros y redujo el fondo a menos de la mitad– para evitar tomar decisiones al respecto y, al día de hoy, parece que todavía no tienen las ideas claras. Hoy es impensable prorrogar el decreto de suspensión del límite en el Parlamento y por ello la ministra de Empleo parece preferir la emisión de deuda como solución al problema, dado que hay partidas de las pensiones que no tendría que pagar la Seguridad Social, las pensiones no contributivas, según ese ministerio, mientras que en Economía no quieren ni oír hablar de emitir más deuda y prefieren que las cosas de la Seguridad Social se arreglen dentro de las cuentas de la Seguridad Social.
La verdad es que da gusto ver la coherencia ideológica de este Gobierno, fruto de un programa bien pensado y llevado a la práctica durante cinco años. La suspensión en 2012 del límite del 3% en la disposición de los fondos de la Reserva de las Pensiones fue una decisión para ganar tiempo mientras se buscaba una solución definitiva, pero en lugar de ganar tiempo lo han perdido, como si la herencia dejada por el Gobierno anterior no se fuera a acabar nunca. Dicho sea de paso, de esa herencia nunca ha hablado el señor Rajoy.
La cuestión ahora es que un Parlamento fragmentado debe encontrar la solución que no quiso buscar un Gobierno en mayoría. fuente: ICNR.es
Así funciona todo en es país gobierne quien gobierne.
Balón para adelante esperando que las cosas se solucionen por obra y gracia del Señor. El problema viene cuando llegas al final del campo y ya solo queda tirar a puerta, tirar fuera del campo o replegarse atrás.
Todo se arregla con deuda y más deuda, así nos va. Y claro, después como los pobres griegos… la culpa es de los malvados especuladores, acreedores, deuda ilegitima y demás. Eso sí, culpa de los que mecen la cuna no es.
Un saludo.