Más allá de la fachada democrática, más allá del decorado y la puesta en escena política, está la trastienda donde el poder económico se ha comido con patatas al poder político y este al poder judicial. El monstruo depredador –el poder económico– se ha encaramado en la cima del sistema y nos lleva inexorablemente a su redil imponiendo sus condiciones.
La sociedad está indefensa contra esta agresión que elimina las conquistas sociales y conduce a la desesperación de millones de personas que se quedan atrapadas en un cepo y su vida en manos de enfermos de codicia que pretenden –y consiguen– esclavizarles, y ésto no se trata de una ocurrencia, se trata de la constatación de lo que le ocurre a una buena parte de la población española y contra esta agresión una parte de la sociedad civil se ha rebotado contra el monstruo depredador y sus adláteres lo califican de golpe de Estado.
La oligarquía no anda equivocada en su calificación de golpe de Estado, pues si lo pensamos bien, los que se han rebotado están más que hartos de un Estado depredador y corrupto y se rebelan del fracaso del país, pues para ser precisos si miramos el diccionario, «rebelarse» es equivalente a resistirse, insubordinarse o negarse a obedecer, y ésto, para ser preciso, es lo que le ocurre a millones de españoles por carnet de identidad y catalanes por convicción que se insubordinan y se niegan a obedecer, lo cual se suele denominar «revolución«
Lo que ocurre en Cataluña es lo más parecido a una –de momento– revolución silenciosa o revolución a la catalana, porque tal vez la solución al mal de España –una sucesión de gobiernos vendidos al poder económico-, esté en la marcha de los acontecimientos en Cataluña, porque el choque de trenes está a semanas de producirse por lo cual el desenlace no acabará con esta historia, sino que comenzará una situación nueva e impredecible, y será precisamente la decisión que tome el gobierno de España la que decante en qué escenario se desarrollen los acontecimientos.
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El libro más conocido de Gene Sharp (1973), « La política de la acción no violenta», provee un análisis político pragmático de la acción no violenta como un método de utilizar el poder en un conflicto. Acuñó el término "polítical jiu-jitsu" que consiste en derribar a tu oponente mediante un desequilibrio con una táctica política estratégica o maniobra.
El argumento clave de Sharp es que el poder no es monolítico; eso significa que no deriva de una cualidad intrínseca de aquellos individuos que están en el poder. Para Sharp, el poder político, el poder de cualquier estado -independientemente de su organización estructural interna- deriva de los individuos del estado. Su creencia fundamental es que toda estructura de poder se basa en la obediencia de los sujetos a las órdenes de los dirigentes. De esa forma, si el sujeto no obedece, los líderes no tienen poder.
En opinión de Sharp, todas las estructuras efectivas de poder tienen sistemas mediante los cuales animan o extraen la obediencia de los individuos. Los estados tienen sistemas particularmente complejos para mantener a los sujetos obedientes. Estos sistemas incluyen instituciones específicas (policía, juzgados, entidades reguladoras) pero también pueden involucrar la dimensión cultural que inspira obediencia pretendiendo hacer implícita la idea de que el poder es monolítico (el culto divino a los faraones egipcios, la dignidad de la residencia presidencial, normas éticas y morales, y tabúes). A través de estos sistemas, los individuos son enfrentados con sistemas de sanciones (prisión, multas, ostracismo) y recompensas (títulos, riqueza, fama) que influye en la extensión de su obediencia.
Comprender bien todo lo anterior proporciona los medios para la "resistencia no violenta" y da la oportunidad para efectuar el cambio dentro del estado. Sharp cita la visión de Étienne de La Boétie, que sostenía que si los individuos de un estado particular reconocen que ellos son la fuente del poder del estado podrían rechazar su obediencia y sus líderes se quedarán sin ese poder.
David Hume, filósofo del siglo XVIII, escribió acerca del mismo concepto en su Essay 4: Of the First Principles of Government. Noam Chomsky se refiere a este punto de vista como la paradoja de Hume.1
todo esto lo usan los USA para dar golpes en ucrania y en venezuela o libia o siria… así están dejando esos paises,
pero bien utilizado se podría utilizar para derribar el poder ecónomico que nos subyuga
Uno tiene la sensación que lo que cuenta hoy en día es tener las alforjas llenas,si están fuera de esta dichosa Patria mejor, no importa cómo se llenaron si fue ilegalmente,mejor.
Pronto se avecina que se producirá un RESERT y todos perdonados y el circo de Cataluña es la ciruela que decora este pastel de mierda que pronto volará por los aires.Luego nos tocará a los menos patriotas enderezar esto.