Hoy en día, apenas la cuarta parte de los religiosos en España cotiza a la Seguridad Social cuando hace una década dicha tasa alcanzaba el 35%. El porcentaje se reduce a uno de cada cinco si se calcula a partir de los números que manejan la Conferencia Episcopal.
No se trata de un fraude sino de una consecuencia del envejecimiento de los religiosos –religiosas, más bien, ya que la presencia femenina supera el 75%-, cuya edad media ya rondaba los 63 años al principio de esta década y del sistema de cotización específico al que se acogen desde 1982 que permite compatibilizar el cobro de su pensión al jubilarse con el mantenimiento de la actividad que desarrollaba antes de alcanzarla en su comunidad.
También cada día es mayor el descuadre entre el número de curas y el de parroquias: de 19121 sacerdotes para 22689 iglesias hace 10 años, hemos pasado en la actualidad a 18813 para 23071, y junto con la reducción y el envejecimiento de sus miembros consagrados a la causa, la crisis de la iglesia católica tiene un tercer foco en la pérdida de adeptos y seguidores entre la ciudadanía –diferentes estudios ratifican que el volumen de quienes se declaran católicos decrece conforme mayor es el municipio en el que residen–
Fuente: publico