¿Podremos ganarnos el pan en un futuro cada vez más tecnológico?

La automatización es imparable y no hay forma de evitar que los robots nos quiten el empleo, sería luchar contra el progreso; lo que sí podemos es aprovechar la oportunidad que se presenta para redefinir lo que significa trabajar –porque los humanos seguimos y seguiremos trabajando, con o sin empleo– porque necesitamos un modo de llegar a fin de mes, y lo que hoy en día nos permite pagar las facturas –lease un salario– está en peligro de extinción.

Un reciente informe del FMI señalaba a la tecnología como principal culpable de la enorme caída de los sueldos, que rozan ahora mismo mínimos de 50 años –un descenso a nivel global que ha afectado sobre todo a los trabajadores menos cualificados, ensanchando la ya preocupante brecha de la desigualdad– y según un estudio del MIT y la Universidad de Boston, cada robot que se suma a la mano de obra conlleva la destrucción de entre 3 y 5,6 empleos y una reducción de los salarios entre un 0,25 y un 0,5 % por cada 1.000 trabajadores. Serán pocos los que se libren, pero ¿y los demás, de qué vamos a comer?

Las instituciones europeas y magnates tecnológicos como Bill Gates lo tienen claro: que los robots paguen impuestos y coticen a la seguridad social. Con sus aportaciones, el fisco compensará lo que deje de recaudar de los humanos –parados todos a éste paso– y podrá costear educación, sanidad y servicios básicos.

Aunque a bote pronto suena razonable, la idea no está exenta de polémicas, porque, si esa tasa a los robots se crea, ¿quién la debe pagar? ¿el propietario del robot -es decir, su jefe-? ¿el fabricante? ¿el propio autómata? Difícil recurrir a la actual legislación en busca de pistas, pues el concepto de «persona electrónica» que las autoridades europeas han creado para designar la inteligencia artificial más avanzada –la que toma decisiones de manera autónomano existe ni se le espera.

¿Habrá que fijarse en el IRPF para modelar un futurista IRPE? De ser así, y si las personas electrónicas llegasen a cotizar ¿podrían adquirir derechos que hoy son propios de las físicas, como las prestaciones o las bajas laborales? … A lo mejor hasta podrían exigir reparaciones en taller público, cual ambulatorio de la era de las máquinas 😆 .

Por el contrario, si paga el fabricante o el jefe, ¿no sería un freno a la innovación? tanto es así que la Federación Internacional de Robótica ha puesto el grito en el cielo, ¿por qué van a invertir en robots que les saldrán tan caros como humanos? Alguien diría que multiplicar la productividad por cien o mil ya es suficiente, pero carece uno de la mentalidad del empresario.

Le caiga la dolorosa a quien le caiga, algo habrá que hacer con los humanos y empieza a haber consenso en que la solución podría ser la renta básica: un ingreso que se cobre por el mero hecho de ser humano y existir, independientemente de lo que uno tenga en bienes o de lo que uno haga –aunque paradójicamente, si se pone en marcha, la clave estará en lo que uno haga

¿Y como será trabajar cuando se extinga el empleo y papá Estado nos ayude a llegar a fin de mes? Varias corrientes de la izquierda, como el poscapitalismo o el postrabajo, sueñan con que las personas puedan dedicar su tiempo a pintar cuadros, a filosofar, a practicar deporte, pero entre los adinerados de Silicon Valley la renta básica se suele concebir de otra manera: como una garantía de subsistencia que después se complementa con trabajos flexibles tipo Uber. Sería el auge de la llamada «gig economy» y aunque la RAE aún no tiene equivalente en español, hay una palabra que nos sirve para traducirlo libremente: precariado.

Mismos caminos, distintos fines. Lo innegable es que no hay forma de evitar que los robots nos quiten el empleo, y en qué trabajaremos después es la pregunta de los miles de millones.

Fuente:  YOROKOBU

 

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2 comentarios

  1. Para mí la palabra clave es ALTRUISMO. Con la facilidad de interconexión entre nosotros generada con la aparición de internet, la autosatisfacción de crear algo que pueda ser útil para los demás te hace sentirte bien.

    La renta básica a cambio de nada te hace no darle valor. Ahora te pagan un salario a cambio de tu trabajo, ¿porqué no a cambio de tu tiempo?

  2. Bueno en tono irónico,yo creo que habría que poner un impuesto bastante alto para las personas que tengan hijos,así solo lompodran tener los ricos,y en 6 décadas se baja la población mundial a la mitad,luego no tendrán que pagar tantas rentas basicas.

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