Alemania aplicó a principios de año leyes en las que el conductor necesitase estar sentado frente al volante en todo momento y preparado para tomar el control del vehículo autodirigido si se presenta la ocasión, allanando el camino para el desarrollo y evaluación de estos automóviles; recientemente los reguladores alemanes han estado trabajando en más leyes para determinar como deberían estar programados los vehículos autónomos para lidiar con dilemas puntuales, como, por ejemplo, elegir chocar contra un ciclista o acelerar por encima de los límites de velocidad para evitar un accidente.
Su estudio ha dado luz a nuevas directrices éticas –elaboradas por un comité nombrado por el gobierno y que se compone de expertos en ética, derecho y tecnología– que dictan que el software que controla estos coches debe estar programado para evitar a toda costa herir o matar a la gente, y en caso de que un accidente sea inevitable, el software deberá tomar la decisión para herir al menor número de personas posible, aunque esto signifique destrozar la propiedad o atropellar animales, sin considerar la edad, género o condición física de las personas involucradas y afirmando que la conducción autónoma siempre será preferible si causa menos accidentes que la humana, así como que los datos de la conducción deben ser almacenados para poder establecer responsabilidades.
Fuente: autonews.com