Un análisis muy interesante sobre cómo son en realidad los vehículos híbridos, eléctricos y de gasolina verdes:
Según los datos del Laboratorio Trancik en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, un salón Tesla Model S P100D conducido en el medio oeste de Estados Unidos produce 226 gramos de dióxido de carbono (o equivalente) por kilómetro durante su ciclo de vida, una reducción significativa de 385 g para un BMW Serie 7 de lujo. Pero el Mirage emite incluso menos, con solo 192 g.
Los datos del MIT corroboran un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología el año pasado: «Los vehículos eléctricos más grandes pueden tener emisiones de gases de efecto invernadero de mayor ciclo de vida que los vehículos convencionales más pequeños».