Se veía venir; convertirse en un multimillonario haciendo videos en YouTube no estába al alcance de cualquiera y menos a partir de ahora; el fenómeno «youtuber» encendió la bombilla a muchos jóvenes que vieron un filón a explotar, de hecho niños en edades muy tempranas han dejado de soñar con ser futbolistas o ingenieros para desear ser un creador multimedia como Dulceida, El Rubius, Pewdiepie, Logan Paul o Dan TDM –por mencionar algunos youtubers famosillos–
Emular su éxito es cada vez más difícil. Miles de jugadores se quedan a las puertas. Algunos ni siquiera llegan a ser profesionales y vivir de esto, porque, en efecto, ser el nuevo Messi o Cristiano Ronaldo es casi imposible. Cada vez son más creadores, hay más saturación informativa y es más difícil detectar los vídeos interesantes –en realidad, la mayor parte de los «youtubers» casi no monetizan siquiera sus videos–
La polémica en torno al «youtuber» Logan Paul que mostró un cadáver en uno de sus últimos videos ha hecho saltar las alarmas hacia las obligaciones de la plataforma que alberga los videos. El debate está servido y para evitar que se repitan casos similares, YouTube ha anunciado dos importantes medidas. Por un lado, una mayor vigilancia y revisión de los contenidos publicados mediante seres humanos en lugar de algoritmos informáticos, y por otro, un nuevo modelo publicitario para empezar a monetizar los videos con publicidad de anunciantes –hasta ahora el único requisito era generar al menos 10.000 vistas de por vida– basado en que a partir de febrero los canales con menos de 1.000 subscriptores y menos de 4.000 horas de reproducción ya no podrán ganar dinero en YouTube.
Fuente: ABC Tecnología / youtube press room