Los datos los revela el Módulo sobre la Actividad por Cuenta Propia de la Encuesta de Población Activa y suponen, respectivamente, un 13,85% y un 21,38% de los 3,25 millones dados de alta en la Seguridad Social. “Esos autónomos son un indicio de la precariedad que se está dando en el trabajo autónomo, en muchos casos por la falsedad que se da en la contratación de servicios profesionales que, en realidad, encubren relaciones laborales por cuenta ajena”, explica Eduardo Abad, presidente de Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, que destaca que “en esos casos no operan como autónomos por iniciativa propia”.
El cruce de los datos de la EPA con los de la Seguridad Social corroboran esa versión: casi 340.000 autónomos operan integrados en estructuras de empresa, la mayoría como falsos autónomos en un fenómeno creciente desde el inicio de la recuperación de las variables macroeconómicas.
Esas simulaciones están lastrando el sistema de Seguridad Social de los autónomos, ya que las empresas utilizan como cebo la posibilidad de que los falsos trabajadores por cuenta propia de acojan a la tarifa plana de 50 euros mensuales de cotización. Así, lo que aparenta ser un aumento de la afiliación encubre en realidad un relevo ficticio de veteranos por falsos autónomos.
Las cifras de este fraude serían mayores si a los 43.400 autónomos que se dieron de alta por recomendación de su empleador se le suma una parte de los 413.000 que declaran que eso “es la práctica habitual en la actividad que realiza”, y, en cualquier caso, esa cifra contrasta con los 1,55 millones de asalariados que desean independizarse, cuyos motivos para no dar el paso coinciden con uno de los principales quebraderos de cabeza de los autónomos: tres de cada cuatro empleados no lo hace por la inseguridad financiera o por las dificultades para obtener financiación, mientras que los trabajadores por cuenta propia señalan como los mayores obstáculos la falta de encargos en algunas épocas, los retrasos de los clientes a la hora de pagar y las dificultades de financiación propiamente dicha.
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