Nada, una acción ya dejada de la mano de Dios que parece yacer en caída libre tras una descapitalización del 94% desde sus máximos del 2014 … aquel verano, se metió en una cápsula del tiempo y cuatro años más tarde ha aparecido en 1997 para total depresión de sus inversores y atrapados.
Quedaron atrás aquellos tiempos donde el Sr. Villar Mir alababa a los distintos Ministros de Fomento que llegaban a la Moncloa allí donde podía hacerlo, al punto que le daba igual que fueran de signo socialista o popular, dedicándoles los mismos piropos, luego supimos que presuntamente eran más que piropos y aparte de las alabanzas también apoyaba en la manera de sus posibilidades con donaciones también «por supuesto supuestamente» y ojo que servidor se remite a repetir lo que ya se ha publicado en prensa, por todos de sobra conocido.
Tras el verano parece que hubieron aires de cambio pero esos aires por el momento no se han traducido en nada, vamos un tuneado para volver al mercado a competir, pero la cotización bursátil de la firma echa para atrás y bien tiene que hacerlo no uno sino varios trimestres seguidos para que capte la atención de nuevo del capital.